El Pico de Orizaba, con sus nieves eternas en pleno trópico, se ha convertido en laboratorio por un grupo de científicos mexicanos y estadounidenses que estudian cómo llevar vida a Marte y convertir al planeta rojo en un lugar habitable, informó el biólogo mexicano Rafael Navarro.
"Estamos estudiando el Pico de Orizaba para poder tener un modelo en la Tierra de cómo sería el proceso de transformación del planeta Marte desde un ambiente frío, como lo tiene actualmente, a uno más clemente, con temperaturas más altas, con agua líquida, tal como lo tiene la Tierra en la actualidad y como creemos que lo tuvo Marte hace 3 mil 500 millones de años", expuso Navarro al hablar sobre el proyecto.
Navarro, junto con otros científicos, está involucrado en un gran proyecto que respalda la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) estadounidense y que tiene como fin cumplir un sueño de siempre de la humanidad: viajar a otro planeta y habitarlo tras crear condiciones parecidas a las de la Tierra.
El Pico de Orizaba, por su ubicación cercana al Ecuador, por su nieve eterna en la cima que guarda un glaciar y por tener el bosque de pinos a la mayor altitud en el mundo, es el lugar ideal para realizar las pruebas, según los científicos.
Navarro explicó que aunque existen otras montañas de parecidas dimensiones más cercanas al Ecuador terrestre, ninguna, aunque parezca muy extraño, tiene bosques entre los 4 mil 800 y 4 mil 440 metros de altura.
El Pico de Orizaba "mide unos 5 mil 647 metros y es el tercer pico de altura en Norteamérica. Lo interesante de esta montaña es que está muy cerca del Ecuador, a unos 19 grados al norte, y eso la hace recibir condiciones casi ecuatorianas, pero al estar muy alto su temperatura es fría tal como podría tener Marte en el futuro", precisó Navarro.
Es un laboratorio ideal porque por encima de los 5 mil metros hay un glaciar, agua congelada como la que tiene Marte en los polos. Más abajo comienza el deshielo, se encuentra agua líquida y "comienza a correr y va a salir al Golfo de México como ríos, y es lo mismo que pasaría en 100 años en Marte", cuando la temperatura pase de 40 grados bajo cero a unos cinco grados sobre cero, ejemplifica Navarro.
Para lograr una temperatura más clemente en Marte primero será necesario crear un efecto invernadero para que los gases no escapen de la superficie.
El proceso duraría por lo menos unos 100 años, luego habría que introducir "bacterias que tienen la capacidad de realizar fotosíntesis y liberar oxígeno", para más tarde llevar otras plantas (como los pinos) y animales (como termitas).
Así se completaría, en un planeta que tiene agua congelada y por tanto oxígeno, un proceso que Navarro denomina "terraformación, que por lo menos llevará unos mil años".