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Durango

Recorren polvoroso camino hacia el apoyo

por Citlalli Zoé Sánchez

Entre los caminos sin pavimentar se veía andar varias mujeres presurosas de la mano de sus hijos para llegar al Centro de Desarrollo Comunitario del DIF Municipal ubicado en la colonia El Ciprés. Era el acto de arranque de la entrega de despensas y otros apoyos en beneficio de la población de menos recursos económicos.

Muchas de las duranguenses iban a presenciar el suceso, pero otras ya tenían en su mente un objetivo muy bien trazado. Llegó la presidenta del DIF Estatal, Gabriela López de Hernández; la recibió la esposa del presidente municipal, Blanca Estela Castro de Herrera y comenzó la ceremonia.

Ambas pasaron a la mesa de honor, la cual era azotada por los rayos del sol, pues el reloj marcaba las 12:00 horas. Numerosos niños se distraían en los juegos que existen en el lugar. Los sube y baja no tenían descanso, al igual que las resbaladillas.

Pronto concluyó el evento y las que ya tenían su plan no tardaron en dar el primer paso. A la brevedad posible se acercaron a la encargada de la asistencia social en el estado, quien en pocos minutos se vio rodeada de personas que le pedían ayuda.

“Mi esposo está incapacitado, era maistro albañil pero se lastimó. Hace dos años que lo operaron de la columna y ya no puede trabajar”, platicó María Leticia Pérez Garibay, quien abundó que es madre de familia de tres menores de edad.

Desde que su cónyuge quedó imposibilitado para ganarse el pan diario, la situación se tornó muy complicada para su familia. Su hija mayor, de apenas 15 años de edad, se fue a Mazatlán para encontrar una mejor oportunidad laboral y ayudar a sus parientes.

Pero mantener a dos pequeños de cinco y nueve años no es tan sencillo. Y dado que sus vástagos requieren atención, María Leticia no puede trabajar por mucho tiempo. “No recibimos ayuda de la empresa ni de nadie, por eso le pedí a la señora que me ayudara con un bastón para mi esposo, que no puede caminar bien, desde hace mucho que ando viendo eso, pero no me habían dado respuesta. Me dijeron que iban a venir a la casa para ver si era cierto, pero nunca vinieron”, contó ya con un vale en su mano para obtener ese aparato funcional.

Estela Pérez Simental tampoco dudó un segundo para acercarse. “La verdad es que sí da pena pedir, pero me dijeron unas vecinas que me animara. Pero es que mi hija está perdiendo su vista y hace mucho que pedí ayuda a las autoridades. Aispuro me dijo que sí, pero no vi ninguna respuesta”, comentó.

Y es que su hija de tan sólo siete años de edad sufre glaucoma congénito en sus dos ojos y está en riesgo de quedar ciega. Para aminorar un poco los efectos del padecimiento, requiere una intervención para implementarle unas válvulas, cuyo precio está lejos de las posibilidades del salario de un albañil.

Por su parte, Eva Piedra Alba asimismo solicitó el respaldo de la asistencia social, ya que hace tres meses dio a luz a gemelas y, aparte, tiene otras tres niñas. El sueldo de su esposo no es suficiente para dar de comer a tantas bocas, así que lo que pudiera conseguir es un alivio para su gastado bolsillo.

Pero hubo quien también se acercó a dar las gracias por los beneficios obtenidos, como el caso de una joven mujer que llevaba a un bebé en una carriola especial, pues el niño de apenas cuatro meses de edad es ciego y los médicos descartan toda posibilidad de recuperación.

Escrito en: tres, mucho, quien, hija

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