Pablo Hermoso de Mendoza envolvió en magia con su toreo a caballo la corrida en la Plaza Alejandra al indultar a “Palomo” su segundo toro de la tarde ante una buena entrada en el coso del fraccionamiento San Ignacio.
Momentos de luz y sombra se vivieron en la corrida de toros celebrada ayer en la Plaza de Toros Alejandra, donde participaron el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y los matadores de toros Eulalio López “Zotoluco” y Mario Zulaica, así como los Forcados de Mazatlán, con toros de Cerro Viejo y Puerta Grande en una tarde con mucho viento que fue factor (aunque no determinante) para el lucimiento de los toreros.
Los primeros tres bureles dejaron mucho qué desear, aunque el menos malo fue el tercero que lidió Mario Zulaica, quien estuvo erróneo con el acero, lo que le impidió sacarle algún trofeo, la historia se escribió de la siguiente manera.
Rejoneo ascendente
Su primer toro de nombre “Taquillero” y que en la pizarra marcaba 480 kilos de peso cuando en presencia parecía de aproximadamente 400, un toro chico dejón, en el primer tercio lució bien pero después de la picada vino a menos, en el segundo tercio se vio bien con las banderillas, pero sin llegar a lo espectacular que suele ser y al tirarse a matar estuvo fallo con una estocada trasera y caída, prácticamente un “bajonazo”.
En su segundo y cuarto de la corrida de nombre “Palomo”, con un peso aproximado de 500 kilos, lo empezó a torear con clase, de cerca y con más presencia, puso dos pares de banderillas a dos manos y el último par puso a la afición de pie y eufórica en uno de los momentos más altos del espectáculo, tanto que un aficionoado expresó: “con la forma de torear se escapan los kilos”, haciendo referencia al toro.
Hermoso de Mendoza llevó al toro que se mostraba entero y para el tercer tercio no abría el hocico, en ese momento se llegó a la parte más intensa de la corrida con un astado entero que embestía y perseguía a Pablo Hermoso montado en un caballo palomino que seguía por librito la corrida.
Antes de lanzarse a matar, Pablo escuchó al respetable que le pedía aguantar más. Hizo otras suertes y la gente respondió eufórica pidiendo el pañuelo verde que no tardó en sacar el juez de plaza Humberto Villarreal Reyes, para de esta manera dejar al toro regresar por donde llegó, logrando de esta manera ser el primer toro indultado en Durango por un torero a caballo.
Eulalio López
En su primer toro estuvo lejos de mostrar que es una figura del toreo mundial, con un animal muy flaco de nombre “Generoso”, al que poco le pudo hacer “El Zotoluco”, toreándolo a mucha distancia extendiendo el brazo en todo su largo, caminando siempre para atrás y con el viento en su contra deslució, pegó algunas tandas de pases con la muleta, tuvo tres tandas muy buenas de naturales rematadas con pase de pecho, con la espada no tuvo mucha fortuna, pinchó dos veces y hasta el cuarto intento logró dar muerte a “Generoso” de 470 kilos.
En su segundo lidió a “Ciervo”, de 460 kilos bien presentado, con actitudes mansas, de cornamenta chica conocidos como “tapachicos”, López salió a ganar la contienda después del indulto de Pablo Hermoso, recibió al toro con un farol de rodillas que repitió para echarse al público a la bolsa, en el segundo tercio pidió el cambio de tercio al segundo par, para de esta forma iniciar la faena con la muleta, que empezó con tres pases de rodillas y siguió con una tanda de naturales, pidió el “Corrido de Durango” y encendió al respetable, aplicó el molinete engranando cuatro derechazos un poco retirados pero de gusto para el público.
Siguió con tanda de naturales que remató con pase de pecho, ligó un molinete de rodillas aprovechando la ventaja que daba el toro, siguió con cuatro pases con rodilla en tierra que remató con cambiado de mano.
Con ovación recibió al toro con la muleta, se dejó acercar al burel y se vio más pausado, encarando al público ajustó naturales y forzado de pecho, a continuación hizo un desplante con rodillas en tierra dando la espalda al toro y sintiendo las condiciones del astado.
“Ciervo” reventó a pesar de sus actitudes de manso, con la espada se vio más acertado, pinchó primero pero después atacó con una estocada profunda en buena posición, poniendo al público de pie y solicitando dos orejas que la autoridad otorgó, viéndose generoso y ocasionando la vuelta al ruedo y al último la salida en hombros de la plaza.
Mario Zulaica
Mario Zulaica salió en el tercer toro de nombre “Gitano” con ganas de pelearle los trofeos al “Zotoluco”, aquí se vio más la dificultad del viento y a pesar de eso Mario lució bien asentado toreando en la cara del burel, empezó a torear con verdad, convencido de su capacidad, aplicó el martinete y una tanda que remató con un cambiado bien ajustado, en la espada dejó ir una oreja dando un “bajonazo”.
En su segundo redondeó más la faena con un astado que llevaba por nombre “Galán”, lo recibió con farol de rodillas y le dio verónicas y chicuelinas, rematando con una afarolada sobre piernas en los medios.
El picador se vio falto de recursos al tapar la salida natural del toro, también con el capote Zulaica lució con dos lopezinas inventada por Julián López “El July”, alegrando al toro de largo, con la muleta se vio bien plantado, primero hizo algunos pases de tanteo y después le encontró la distancia buscando un péndulo que el toro no aguantó, lo siguió por naturales rematando con cambiados de mano y pases de pacho.
Con el estoque de muerte se vio mejor y le mereció oreja con vuelta al ruedo y salida en hombros de la plaza.
Forcados
Los Forcados de Mazatlán estuvieron bien, aunque por respuesta del público se vieron mejor en el segundo Juan Carlos Partida hizo la primera pega y salió golpeado por el primer toro de Pablo Hermoso, pero en términos generales lucieron bien.
Desorganizada la entrada para la prensa y el público en general, la corrida empezó 15 minutos después de la hora programada y era evidente que los toros no representaban su peso anunciado.