La primera clínica de tratamiento para adictos a los video juegos en Europa abrió hoy en Amsterdam, Holanda, a cargo de los consultores de adicciones Smith & Jones, ante los riesgos que conlleva este tipo de conducta.
La clínica -la primera de su tipo en Europa- estima que alrededor del 20% de los usuarios de este tipo de recreación, en su mayoría son niños, pueden llegar a desarrollar una dependencia.
Los fanáticos de los video juegos tienen síntomas similares a los de los adictos a las apuestas y corren el mismo riesgo de dañar sus relaciones personales, salud, educación y sus carreras.
El director de Smith & Jones, el estadounidense Keith Bakker, dijo que hace dos años la gente comenzó a consultarlos sobre la adicción a los video juegos como un problema secundario y al buscar un lugar donde enviarlos no encontraron ninguna opción.
La preocupación aumentó después de que un coreano de 28 años murió el año pasado después de jugar StarCroft durante 50 horas continuas en un café internet.
Otro caso fue el de un niño chino de 13 años quien se suicidó después de jugar en la computadora por 36 horas y cuyos padres pusieron una demanda al distribuidor oficial en ese país.
Bakker informó que los adictos a los video juegos presentan pensamientos obsesivos, así como problemas de salud y muchos otros utilizan estimulantes y drogas como cocaína para sobrevivir los maratones de juegos.
Tim de 21 años y uno de los pacientes de la clínica admitió haber vivido en su cuarto por los últimos cinco años, tenía cuatro televisiones a su alrededor, cada una conectada con un diferente tipo de consola como X-Box o PlayStation, además de una laptop.
Como muchos otros pacientes, Tim comenzó a los 12 años con juegos portátiles como el GameBoy y fue progresando hasta acceder a los que se ofrecen en internet, donde podía disfrutar junto con miles de millones de jugadores más.
Tim jugaba hasta 17 horas al día y admite que ni siquiera dejaba la pantalla para ir al baño, simplemente tomaba una botella vacía y orinaba ahí, conducta con la que terminó su vida social al reemplazar a sus amigos por ciber amigos.
El tratamiento, de ocho semanas, para este tipo de adicción incluye un proceso de desintoxicación en el que los pacientes no tienen acceso a ningún video juego, seguido de terapia grupal y sesiones con psicólogos, psiquiatras y terapeutas.
La clínica también trata de encontrar actividades de reemplazo para llenar el hueco que dejan los video juegos en la vida de los pacientes.
Ya que el seguro médico no cubre este tipo de tratamiento, los pacientes que ingresan a la clínica, tienen que cubrir los gastos que ascienden a 625 dólares diarios.