CANATLÁN, DGO.- La presencia de plagas en la zona frutícola de Canatlán y Nuevo Ideal se debe principalmente a la negligencia de algunos productores, señaló Rodolfo Valentín Santillán Rojas, presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Durango (Cesavedac), quien reveló la presencia de la enfermedad tizón de fuego en mil hectáreas.
El funcionario estatal manifestó que gran parte de la culpa de que dicha enfermedad se propague en los huertos manzaneros de la región es de los mismos fruticultores, quienes carecen de una cultura de protección a sus fuentes ingresos, esperando el apoyo de los Gobiernos Federal y Estatal para cualquier tipo de contingencia.
Ésta es la principal causa por la cual se ha presentado la enfermedad del tizón de fuego en el 12.5 por ciento de la superficie cultivada de manzana, pues los fruticultores no se preocupan por prevenir y proteger sus huertos, situación que se percibe a simple vista.
Por su parte, David Díaz Güereca, gerente del Cesavedac, indicó que en los municipios de Canatlán y Nuevo Ideal hay alrededor de diez mil hectáreas cultivadas de manzana, de las cuales dos mil no sirven, mientras otras tres mil son de árboles viejos o enfermos, es decir, solamente cinco mil tienen una producción plena.
En este sentido, el fruticultor tiene la obligación de prever la producción de sus huertos, haciendo una planificación anual del proceso requerido para obtener una buena cosecha, incluyendo la prevención, control de enfermedades y plagas.
De esta manera, indicó David Díaz que los productores se reúnen y determinan cuál será el tipo de apoyo que pedirán a los Gobiernos Federal y Estatal, en este caso para ser entregado por medio del Cesavedac, órgano independiente por el cual se proporcionan los recursos derivados del programa Alianza para el Campo a los agricultores, para la sanidad vegetal, según sus prioridades.
En el presente año se invierten 15 millones 574 mil 779 millones de pesos de una mezcla de recursos entre los Gobiernos Federal y Estatal, además de la aportación de los productores para contrarrestar plagas y enfermedades no sólo de la manzana, sino también de los principales cultivos del estado.
De dicho recurso se ha destinado más del 60 por ciento a la actividad frutícola más importante de Durango, la producción de manzana, siendo el objetivo principal abatir la presencia de la palomilla, plaga que pone en riesgo la superficie total de huertos de la región y contra la cual se ha aplicado insecticida en dos mil 800 hectáreas.
Por otra parte, se trabaja en la campaña de interés federal contra la mosca de la fruta, misma que ha tenido brotes en la zona Sierra y en la Comarca Lagunera y que de llegar a la zona manzanera generaría pérdidas hasta de un 60 por ciento en la producción anual.
Hablando de dinero, el Gerente de Cesavedac comentó que si la producción anual de manzana es de dos millones de pesos, la pérdida económica sería de 108 millones de pesos, aproximadamente, por lo que es prioridad mantener a Durango como un estado libre de la mosca de la fruta, junto con Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Coahuila y Zacatecas, este último recientemente certificado.
Contemplan una campaña
Rodolfo Valentín Santillán Rojas, presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Durango, indicó que dicha organización representativa y gestora de los productores contempla la implementación de una campaña contra el tizón de fuego, con recursos estatales, federales y productores.
Especificó que la aplicación de métodos para contrarrestar dicha enfermedad debe hacerse entre los meses de diciembre y marzo, cuando el árbol de manzana no produce.
No obstante, los productores son quienes tienen la última palabra, ya que son ellos quienes deben definir el programa fitosanitario que se debe aplicar, siendo el presente año elegidas las acciones contra la palomilla.
Falta precaución
David Díaz Güereca, gerente de Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Durango, dijo que en la actualidad hay productores que no tienen ninguna precaución para que sus huertos no sean infectados, de enfermedades y plagas, siendo la prevención la principal forma de combatir males como el tizón de fuego.
Mientras que algunos no realizan las podas necesarias en las ramas y follaje afectado por el tizón de fuego o que simplemente son partes muertas del árbol, quienes lo hacen las dejan tiradas en el mismo huerto, a pesar de que la bacteria queda viva y se puede transmitir a los manzanos sanos de diversas maneras.
Si el huerto se riega por inundación la enfermedad se prolifera por medio del agua; otro medio por el cual se traslada la bacteria es el viento, además de los insectos tales como moscas y abejas, que llevan el mal directamente a la flor.
Hay incluso productores que han plantado cortinas de perón alrededor de los huertos de manzanas, cuando se ha comprobado que dicho fruto es uno de los principales transmisores del tizón de fuego.
A estos descuidos se añade las huertas abandonadas, que son un área vulnerable para la generación de la enfermedad, que para su propagación no respeta huertas en buenas o malas condiciones, simplemente se extiende afectando también a quienes fueron previsores.