El Templo de la Resurrección lució en el pasillo principal unas bases de herrería y un camino de flores naturales con claveles, lilis, crisantemos y rosas en blanco, que fueron el marco perfecto para recibir a la joven pareja conformada por José Guadalupe Levario Torres y Yaneth Soto Ruiz, ya que recibirían el sacramento del Matrimonio.
El sacerdote encargado de celebrar la ceremonia fue Eduardo Gutiérrez Vázquez, quien invitó a los papás de los novios, Simón Levario Aragón y Dolores Torres de Levario, así como la señora Gaby Ruiz de Soto y Mariano Ruiz Alvarado, tío de la novia y quien la entregó, para que se unieran a las plegarias y pidieran al Creador por la dicha y el bienestar de los contrayentes.
Así después de las lecturas correspondientes, se procedió al intercambio de las promesas de José Guadalupe y Yaneth, por lo que llamaron al cortejo para hacer entrega de los símbolos matrimoniales. Fungieron como padrinos de anillos Jesús José Cortés Galeana y Eugenia Levario Torres; de arras, Mariano Ruiz Alvarado y Gabina Ruiz de Soto; de mancuerna, César Guzmán Arredondo y Brenda Návar de Guzmán, mientras que los de velación fueron los papás del novio.
Culminada la eucaristía Yaneth entregó su ramo a la Virgen y junto con su esposo salieron del recinto religioso al compás de “La marcha nupcial” en medio de aplausos, abrazos y deseos de prosperidad, luego se despidieron para trasladarse al lugar de la recepción.
Atendieron muy amablemente la invitación: Olivia y Diana Guzmán, Bertha Ruiz Alvarado, Roberto Carlos Soto, Catalina Navarrete, Carlos Guevara, Francisco Javier Cardoza Nevárez, Etelvina y Violeta Nava, Armando Molina, Joaquín Aguilar, July Valenzuela, Lupita Castañeda, Eloísa Esquivel, Osmel Lallave, Gabriel Flores, Enrique Mier, Ricardo Betancourt y sus respectivas esposas, así como: César Osvaldo Cardoza y Manuel Vázquez con sus familias, quienes recibieron como recordatorios ángeles de cerámica y exquisita confitería colocada en un estuche de corazón.
La alegría perduró por algunas horas y los invitados bailaron con los adornos tipo carnaval que ofreció la familia, mientras el nuevo matrimonio compartió que su luna de miel la disfrutarían por el centro de la República Mexicana, especialmente en algunas ciudades coloniales como Guanajuato, Morelia y Zacatecas.