PARÍS, Francia.- Ya están las finalistas, las que irán por la gloria mañana en Roland Garros. La belga Justine Henin-Hardenne, quinta cabeza de serie y defensora de la corona, y la rusa Svetlana Kuznetsova (ocho) ganaron y pasaron a la gran final en la tradicional arcilla de París.
Henin-Hardenne venció a su compatriota Kim Clijsters, segunda favorita, por 6-3 y 6-2 y le cortó la posibilidad de recuperar el primer puesto del ránking mundial (en poder de la francesa Amelie Mauresmo), justo en el día de su 23 cumpleaños.
En tanto, Kuznetsova impuso su mayor experiencia ante los nervios de la checa de 17 años Nicole Vaidisova para vencerla por 5-7, 7-6 (7-5) y 6-2, y clasificarse por segunda vez para disputar una final de Grand Slam, y es la primera en Roland Garros.
Kuznetsova, campeona del Abierto de los Estados Unidos en 2004 y ahora octava cabeza de serie, se impuso en dos horas y 31 minutos, y luchará por el título contra Henin-Hardenne, la campeona del 2003 y del año pasado.
GANÓ EL ESPERADO DUELO
“Ha sido un gran partido, he estado muy concentrada durante todo el encuentro porque siempre es especial jugar contra Kim”, dijo Henin-Hardenne. “La final será muy difícil porque es contra una gran amiga y una jugadora muy luchadora. Siempre hemos tenido partidos muy duros, pero será una gran final.
Henin y Kuznetsova se han enfrentado en 11 ocasiones con una gran ventaja de la jugadora belga, que sólo ha perdido en una de ellas, en la final de Doha del 2004, sobre superficie dura. En arcilla lo han hecho tres veces, con victoria siempre de Henin: final de Varsovia y octavos de Roland Garros en 2005 y cuartos de Berlín esta temporada.
Veinticuatro horas después de que Clijsters recibiera su homenaje en la Cena de Campeones, organizada por la Federación Internacional de Tenis, en la que recibió el galardón de campeona del mundo del 2005 por aquella fenomenal campaña en la que ganó nueve torneos, entre ellos el Abierto de Estados Unidos, la ex novia de Lleyton Hewitt encajó una derrota demasiado humillante.
La superioridad de Henin fue clara y manifiesta a partir del octavo juego (5-3) cuando Justine logró la ruptura.