El Siglo de Durango
¿Ha tenido la oportunidad de pasar una noche en el campo? ¿Ha visto la belleza de un cielo completamente estrellado, lleno de constelaciones o simplemente ha tenido la experiencia de descansar la vista en el firmamento infinito?
Son siete mil millones de estrellas las que pueden alcanzarse a ver a simple vista, sin ayuda de instrumentos, si es que la contaminación lumínica no fuera en ascenso. Ésta se define como la dispersión por la atmósfera de los excedentes de luz que se producen en las grandes áreas urbanas, debido al sistema de alumbrado público. ¿En qué se traduce? En que la luz de estos artefactos no es dirigida hacia el suelo para poder cumplir su función, sino que es dispersada alrededor del foco iluminador, con la misma intensidad hacia el suelo que hacia el cielo. Esto provoca que la luz que ilumina por encima del horizonte no cumpla con su objetivo, y por consiguiente, es lanzada hacia la atmósfera, desperdiciándose así la energía. Y claro, las observaciones astronómicas se ven seriamente afectadas por este tipo de contaminación, que aunado con la contaminación ambiental producida por el smog, borra de la vista humana la presencia de miles de maravillosas estrellas.
Por un cielo estrellado
El firmamento es el bien más antiguo que posee el ser humano, además de ser el único que es visto y compartido por toda la humanidad que ha existido en el transcurso de la historia, pues no hay que olvidar que las mismas estrellas que maravillaron al primer ser humano que levantó la mirada hacia el cielo son las mismas que se observan hoy en día.
El rápido crecimiento de las grandes urbes en todo el planeta ha provocado que las nuevas generaciones que han crecido dentro de éstas, prácticamente desconozcan la imponente visión de un cielo profundamente estrellado. Para tener un ejemplo, en la Ciudad de México la contaminación lumínica es tan grave que en las noches despejadas son borradas por la iluminación artificial ¡hasta el 97 por ciento de las estrellas! Esto significa que de las siete mil estrellas sólo pueden verse alrededor de 200.
Acción inmediata
En la actualidad existen algunos programas que pretenden revertir la contaminación lumínica en países como España y Estados Unidos, con el uso de lámparas invertidas que proyectan únicamente luz hacia abajo, con lo que se evita bloquear la luz natural de una noche estrellada.
De cualquier modo, la aportación que cada individuo realice para evitar este tipo de contaminación siempre es de gran utilidad y lo más importante es disminuir el gasto eléctrico en el hogar, evitando mantener encendidas las luces cuando no sea necesario, usando electrodomésticos y lámparas de bajo consumo eléctrico. Evite el criterio “cuanta más luz, mejor” ya que esto no implica ni mayor seguridad ni mayor visibilidad.
La comunidad en la que vive también puede ayudar en esta tarea de todos poniendo en marcha políticas de fomento de energías alternativas, como la solar, o simplemente eliminando cualquier tipo de obstáculo cercano a las luminarias, ya sea ramas o follaje, o también con los programas de reducción de horas de uso continuo de luz, como el cambio de horario que funciona en la actualidad en México. Pero para que esto funcione es indispensable la promoción de soluciones de contaminación desde el nivel educativo, estimulando estudios vivenciales en los que los propios alumnos puedan experimentar la diferencia de visibilidad en un área sin contaminación lumínica contra la de su propia zona habitacional. También debe introducirse en el mismo sistema un planeamiento elaborado por expertos donde se den soluciones con luz desde arriba hacia abajo, demostrando a la comunidad que la mejor iluminación es la que está ergonómicamente diseñada para el ser humano y no como efectos de decoración.
Iluminación adecuada
Los seres humanos dependemos de la visión, cualquier interferencia con ésta, tendrá su precio que puede ser desde la sensación de desconfort hasta un dolor de cabeza, o peor aún, cuando esa interferencia es continua, el efecto es acumulativo. La fatiga visual puede ser causada como consecuencia del continuo ajuste y reajuste de las pupilas a los diferentes niveles de iluminación, a los reflejos producidos por las luminarias o luz inapropiada.
Una iluminación adecuada permite a las personas realizar sus tareas sin esfuerzos físicos ni desconfort. Este tipo de iluminación indirecta proporciona uniformidad en la iluminación general del recinto, ayudando a mantener buenos contrastes en el entorno evitando la reacomodación de las pupilas, especialmente en el caso del trabajo con computadoras, donde la luminancia del papel blanco suele ser superior a la de la pantalla del monitor. Un ejemplo es la fuente de luz suave y difusa que elimina los deslumbramientos y los reflejos en los monitores.
Aunque es cierto que un ambiente iluminado de forma indirecta puede derivar una falta de apreciación visual en detalles y texturas, esto puede contrarrestarse con una serie de luces orientables para crear una iluminación que destaque sobre elementos que se encuentren en la habitación, como obras de arte, plantas y paredes que ofrezcan profundidad. También es conveniente la distribución de una moderada cantidad de iluminación directa por medio de cielorraso y de haces de luz no muy duros a los efectos de proveer iluminación modeladora. Este complemento debe ser balanceado según cada situación en particular, es decir, dependiendo de las dimensiones del local.
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Más acerca de este fenómeno...
Se llama contaminación lumínica al brillo o resplandor del cielo nocturno, producido por la difusión de la luz artificial. Como resultado, la oscuridad de la noche disminuye y desaparecen progresivamente la luz de las estrellas y los demás astros. En otras palabras, es toda aquella luz que no es aprovechada para iluminar el suelo y las construcciones. Esto puede suceder por dos razones: porque el haz luminoso no es dirigido hacia abajo, o porque la radiación luminosa es de una longitud de onda que el ojo humano no percibe.
La luz que escapa al cielo es dispersada hacia el haz del telescopio por moléculas o polvo en la atmósfera. Existe un sinnúmero de caminos por los cuales la luz puede dispersarse por la línea de visión, sin que necesariamente haya una ciudad directamente visible desde el observatorio. Si la luz dispersada procede de luminarias con ancho espectro de emisión, el efecto es mucho peor, porque las radiaciones luminosas de aquellos astros que tengan idéntica longitud de onda dejan de ser visibles. La causa principal es el uso en la red eléctrica pública de luminarias que no tienen pantallas correctamente diseñadas con la finalidad de enviar la luz a donde se necesita e impedir la dispersión de la luz hacia el cielo por encima del horizonte.
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Efectos
Una mala planeación lumínica trae consigo
algunas desventajas.
n Incremento de las cuentas de consumo
de electricidad de los municipios que
pagan los ciudadanos con sus
impuestos. El costo de la energía
perdida, unido al mantenimiento y
amortización de los miles de luminarias
instaladas en las calles, asciende a
millones de pesos anuales. Este
dinero podrían utilizarse en otros servicios.
n Aumento en la generación de energía
por las centrales hidroeléctricas y
térmicas del país, lo que implica una
mayor emisión de CO2 (dióxido de
carbono) a la atmósfera aumentando
el problema del calentamiento global
del planeta (efecto invernadero).
n Efectos contaminantes producidos por
residuos tóxicos de las lámparas usadas,
especialmente las de vapor de mercurio
(se desconoce la cantidad de mercurio
eliminada a los vertederos de nuestro
país procedentes de las lámparas).
n Inseguridad vial, encandilamiento y
pérdida de visibilidad de los
conductores y peatones, aumentando
la probabilidad de accidentes.
n Inseguridad ciudadana, la mala
iluminación, en especial debido a
luminarias mal ubicadas, prismáticas,
globos, proyectores hacia las casas
y plazas, producen pozos de luz y
sombra que permite que se
escondan los malhechores.
n Efectos mediambientales sobre la vida
de los animales, sobre todo los pájaros,
que huyen de nuestras ciudades.
n Efecto sobre el ritmo biológico de las
personas. Los ritmos circadianos (de
vigilia y de sueño) son los más
afectados por la exposición a la luz, transtornos de la personalidad,
insomnio, depresión y estrés
se incrementan por un uso
inadecuado de iluminación.
n Intromisión en la vida privada de las
personas. Al iluminar las fachadas y
ventanas de los edificios con la luz
no dirigida hacia el suelo.
n Efecto sobre el cielo. Pérdida para
nosotros y nuestros hijos de la visión
del cielo estrellado.
n La solución principal al problema de
la contaminación lumínica es muy
fácil: mandar la luz hacia el suelo
(que es donde se necesita!) y no
hacia el cielo.
Fuente: Investigación El Siglo de Durango.