Hazaña de Bardahl
Catorce años después la empresa fabricante de aceites y lubricantes Bardahl logró al fin la hazaña en cuyo intento se estrelló la Comisión Federal de Competencia: romper el monopolio de Mexicana de Lubricantes en la red de gasolineras del país.
La firma encabezada por Sergio Díaz obtuvo un amparo del Juzgado Quinto de Distrito en Materia Administrativa de Jalisco contra una disposición de Pemex Refinación que le otorgaba a su rival exclusividad absoluta? durante 20 años.
De acuerdo con la resolución, los productos Bardahl pueden comercializarse libremente en los puntos de venta al público de Petróleos Mexicanos, aun cuando sólo podrán llegar a cuatro regiones del país: occidente, sur centro y norte.
En el noreste se mantiene intacto el monopolio de la firma que produce aceites y lubricantes bajo la marca Mex Lub.
De la firmeza de la sentencia habla el oficio 83/3 firmado por Nadia Cecilia Licón González, en el que se conmina a Pemex Refinación a abrir los anaqueles en un plazo no mayor de 24 horas, para evitar caer en desacato.
Más aún, se advierte al titular de la filial de Pemex, José Antonio Ceballos, que en caso de contumacia la responsabilidad gravitará sobre su superior jerárquico, es decir Jesús Reyes Heroles.
La cuenta regresiva, pues, está en marcha.
La paradoja del caso es que el director actual de Pemex Refinación fue, en su momento, vicepresidente de la empresa Mexicana de Lubricantes, filial de la Impulsora Jalisciense que encabeza Martínez Garza.
La doble cachucha, pues, lo coloca en calidad de juez y parte.
Lo cierto es que tras el golpe a la firma hay una larga larga historia que contar, en cuyos capítulos torales se asienta una pérdida para Petróleos Mexicanos del escándalo de tres mil 150 millones de dólares, en un mar de procesos judiciales, favoritismos, corruptelas y complicidades.
De hecho, ubicado como uno de los más cercanos al ex presidente Vicente Fox, el empresario Sergio Díaz no logró jamás que éste moviera un dedo para impedir el monopolio.
Más aún, tampoco la autoridad o, si lo prefiere, la fuerza moral de la Comisión Federal de Competencia, pudo contra la exclusividad que dejó fuera de la plaza a decenas de firmas nacionales y extranjeras.
Como recordará usted, durante el penúltimo año de gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari se le ordenó a Pemex vender sus cinco plantas fabricantes de aceites y lubricantes al capital privado, constituyéndose una empresa mixta en la que la paraestatal conservaría el 49 por ciento.
La licitación se confeccionó como traje a la medida de la Impulsora Jalisciense, quien por cierto nunca terminó de pagar los abonos chiquitos que se le concedieron en el inaudito, pese a que la empresa en venta estaba sembrada como la número 38 del país, con ventas anuales de 225 millones de dólares.
El caso es que, en alarde de magnanimidad, Pemex le otorgó a la firma que adaptó para efectos prácticos la razón social Mexicana de Lubricantes el regalito de una exclusividad de 20 años para vender sus productos en la red de estaciones de servicio o gasolineras.
Éstos se comercializan bajo la marca Mex Lub? que pertenecía a Bardahl, a cuyo dueño se le dobló el brazo para cederla a título gratuito.
Sin embargo, a regañadientes, la paraestatal aceptó introducir dos cláusulas en el contrato: una que obligaba a disolver la sociedad al momento en que alguna de las partes fuera embargada, y otra que le daba al socio minoritario el derecho de adquirir mayoría cuando la firma acumulara tres años consecutivos de pérdidas.
Textualmente, la primera de ellas, firmada el 19 de enero de 1993, señalaba que ?si una parte considerable de los activos de la empresa o de su socio sean embargados en todo o en parte, o se presenta un conflicto que le afecte en forma sustantiva, la relación queda finiquitada?.
El caso es que, tres años después, en octubre de 1996, el entonces banco Inverlat embargó a Mexicana de Lubricantes por un adeudo de cinco millones de dólares.
El golpe está asentado en el Registro Público de la Propiedad de Jalisco, tomo G, apéndice 12-Dos, con folio 4624.
Y el caso es que la firma llegó a los números rojos en 1993 y 1997, registrándose en los dos años intermedios utilidades simbólicas en un evidente gesto de simulación.
Si en 1993 lo números rojos alcanzaban 391 millones de pesos, hete aquí que en 1996 resultó que había una raquítica ganancia de 46.
Ahora que a partir del 2002 dejó de exhibir sus estados financieros, lo que obligó a Pemex a entablar en su contra un juicio ordinario mercantil que aún está en el aire.
Lo increíble del asunto es que pese a las evidentes violaciones, el 15 de octubre de 1999 Pemex le amplió el contrato de exclusividad a Mexicana de Lubricantes, incluyendo ahora a la marca Akron, abarcando una serie de aditivos para gasolinas, aceites, anticongelantes, refrigerantes y líquidos de frenos, además de ampliar el abanico de Mex Lub con 31 nuevos productos.
¿Se acabó la fiesta?
Balance general
En un capítulo más de una interminable racha de litigios en su contra, el empresario Alfonso Romo Garza enfrenta hoy la posibilidad de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores intervenga su casa de bolsa que opera con la razón social Vector.
El reclamo lo han colocado en la mesa algunos de los accionistas minoritarios, con énfasis en Marcela González Zambrano, prima del presidente de Cementos Mexicanos, Lorenzo Zambrano, quien mantiene el 20 por ciento.
La rebelión se inició en la pretensión de Romo Garza de vender la intermediaria bursátil para hacer frente a un reclamo de más de 300 millones de pesos que le ganó por la vía judicial la firma Consultora Imagy.
El problema para el controvertido hombre de negocios es que para poder realizar la operación se requiere la aceptación del 80 por ciento de los accionistas, cuyo voto no pudo lograr en una primera convocatoria.
La segunda está prevista para mañana.
El pleito de Marcela González Zambrano se remonta a un lustro, manteniéndose como manzana de la discordia acciones de Cementos Mexicanos que se le facilitaron a Romo para avalar una transacción.
El monto del litigio es de 85 millones de dólares, involucrando además a las firmas Pulsar, Savia, Seminis y el fondo financiero Fox Paine.
El pleito lo avalan también Matilde y Laura González Zambrano, además de su madre, María Matilde Zambrano Hellion.
MÁS DE LO MISMO
Desde las oficinas de la Secretaría de Economía y del Trabajo se está confeccionando una nueva edición de los tristemente célebres pactos intersectoriales que se iniciaron durante el sexenio delamadrilista.
La intención es que las empresas se comprometan, vía las cámaras empresariales, a no provocar una escalada de aumentos de precios en enero, a pretexto del nuevo impuesto a las gasolinas.
Congelar, pues, artificialmente el golpe.
En el caso de los trabajadores, el compromiso implicaría no plantear incrementos salariales más allá de la inflación.
La idea de los pactos se planteó en un escenario en que la inflación, tras el crack de la Bolsa de 1987, había llegado a niveles de 160 por ciento.
UNA POR OTRA
Pese a su anunciado recorte global de personal frente a su colosal deuda, Cementos Mexicanos seguirá sembrando apuestas en México.
La intención es invertir mil 350 millones de dólares en ampliación de su capacidad instalada, con énfasis en sus plantas ubicadas en Sonora y Puebla.
La intención es revitalizar sus marcas de Cementos Campana, Centenario y Gallo.