MÉXICO, DF .- La actriz Ana La Salvia presuntamente fue privada de su libertad por su esposo Carlos Flores, dueño de varios medios de comunicación, según una llamada que ella realizó a la policía capitalina.
La Salvia reportó que su esposo no la dejaba salir de su casa, ni a ella ni a su hija, y pedía apoyo de las autoridades. Algunos medios pudieron contactar a la actriz vía telefónica y ésta explicó que había tenido una discusión con su esposo, Carlos Flores.
“Mi marido me tiene retenida desde la mañana porque lo encontré con otra mujer en mi propia cama. Al momento quise huir con mi bebé, pero sus guardaespaldas me impidieron salir de la casa”, explicó. Entre lágrimas, La Salvia informó temer por su integridad física y la de su hija Briana.
Por ello, ante la prensa dijo que lo hace responsable de cualquier atentado en su contra. “Si me llega a pasar algo a mí, o a mi hija, o si se pierde mi hijo al dar a luz, lo hago responsable. Él es un hombre poderoso y violento”, externó la conductora tras informar que tiene cuatro meses de embarazo.
La venezolana dijo que lo único que pide es el divorcio, el cual solicitó desde hace dos meses y le fue negado. Además, agregó que levantará una denuncia ante las autoridades por lo acontecido el miércoles pasado cuando escoltas armados le impidieron por varias horas salir de su hogar.
Ana dijo estar nerviosa y preocupada pues mencionó que al salir de su casa recibió un empujón por parte de su pareja llevándola al piso, por lo que dijo que espera darse tiempo para checar la condición física de su bebé.
“Todo empezó desde hace un año cuando se negó a dejarme trabajar. Hace dos meses le pedí el divorcio y se negó. Han sido dos meses horribles porque amenaza con quitarme a la niña además de que me dice cosas como ‘eres una tonta, el que paga, manda’ y que a veces digo estupideces; de hecho, dice que mi trabajo es de prostitutas”, manifestó Ana, quien rompió en llanto varias veces al relatar cómo durante varias horas estuvo retenida en su casa, de la cual salió después de que un amigo de la familia convenciera a su esposo de que la dejara ir, no sin antes ella haberse comunicado con algunos medios radiofónicos para relatar en vivo la experiencia vivida.