Héctor Alfonso Ramírez Sanz Cerrada culminó sus estudios sacerdotales ordenándose como Legionario de Cristo en Toledo, España, a manos del cardenal Antonio Cañizares en el mes de diciembre, celebrando su cantamisa en Durango, su tierra natal, en el Templo de San Juan de Dios y acompañado por representantes de la grey católica local, familiares y amigos, entre ellos figuraban sus padres, Jesús Ramírez Contreras e Isabel Sanz Cerrada de Ramírez, sus hermanos Jesús, Isabel, Carlos, Jorge y Marco Ramírez Sanz Cerrada.
Durante la homilía Héctor Alfonso resaltó la memoria de sus abuelos, principalmente el impacto que en su vocación tuvo una carta escrita por su abuelo Jesús Sanz Cerrada.
Culminada la ceremonia religiosa se ofreció una recepción para celebrar el acontecimiento, congregándose parientes y amistades allegadas a la familia y compañeros de estudios del agasajado, quienes degustaron una deliciosa comida de recetas internacionales sobre mesas elegantemente decoradas con pasteles de almendras adornados con uvas, mientras disfrutaban de una tarde de animada convivencia amenizada por un excelente organista, compartiendo charlas sobre diversos temas de actualidad y sobre todo felicitando y expresando a Héctor Alfonso sus mejores deseos en esta nueva etapa de su vida.
Al terminar el evento los invitados llevaron bonitas cruces doradas con una tarjetita de agradecimiento como recordatorios.
Héctor Alfonso Ramírez Sanz Cerrada nació en Durango, Dgo., el 10 de agosto de 1974, fue bautizado en el Arzobispado a manos de Antonio López Aviña.
Cursó su primaria en el Colegio Guadiana, el bachillerato en el Promedac y terminó sus estudios de la licenciatura en Comercio Internacional en el Tecnológico de Monterrey. Posteriormente, siguiendo su vocación colaboró en actividades y proyectos durante dos años y medio con los Legionarios de Cristo en el país de Colombia, para luego obtener una beca para estudiar Filosofía en el Seminario de Roma, donde finalmente se decidió a estudiar de lleno la carrera sacerdotal.
Después de diez años en Italia, Madrid y sus alrededores, Héctor Alfonso regresa para celebrar su cantamisa en compañía de sus seres queridos en la tierra que lo vio nacer.