Mérida, Yucatán.- Por tercer día consecutivo, estudiantes de facultades de la Universidad Autónoma de Yucatán y del grupo llamado de izquierda en el estado realizaron una marcha de protesta por la próxima visita de George W. Bush a Yucatán, ya que dijeron “que es un asesino que el país no debe recibir”.
Los manifestantes se reunieron desde las 17:00 horas en el Parque de Mejorada y desde ahí, una hora después, iniciaron su marcha hacia el Palacio de Gobierno. Ahí, cerca de 100 personas se plantaron frente a los policías del palacio local para gritar consignas a favor del respeto a la soberanía de México y los derechos humanos.
Hicieron lo mismo ante el palacio municipal y posteriormente a las puertas de la Santa Iglesia Catedral. La marcha se desarrolló por céntricas calles de la ciudad y que culminó en el Monumento a la Patria en pleno Paseo de Montejo.
Los inconformes anunciaron que hoy y este domingo realizarán nuevas protestas por el encuentro presidencial entre Bush y Calderón, previsto para el próximo lunes.
En tanto se realizaba la protesta, en el aeropuerto internacional de Mérida, continuaban llegando por lo menos tres helicópteros de la Fuerza Aérea Norteamericana, trayendo equipo sofisticado de comunicación y que servirá para la visita del presidente Bush.
Mientras esto ocurría, en la zona hotelera de Mérida comenzaron a instalarse vallas metálicas que rodearán toda la periferia y que impedirán incluso el tráfico vehicular en las próximas 72 horas.
En medio de las especulaciones sobre los operativos de vigilancia que rodean a esta visita presidencial, se supo que en el aeropuerto de Mérida están a la espera de 300 efectivos militares de los Estados Unidos, considerados como francotiradores y que formarían parte de la gran logística preventiva en torno al presidente Bush.
Seguridad
Las medidas de seguridad en esta ciudad para la reunión de los presidentes Felipe Calderón Hinojosa y George W. Bush consideran el empleo de tecnología de primer nivel, que será una “herencia” de este evento para Yucatán, en cuyo litoral la vigilancia ya también es perceptible.
A tres días del arribo de los mandatarios de México y Estados Unidos, la capital yucateca vive una situación que sólo experimentó en agosto de 1993, durante la visita del papa Juan Pablo II, y en febrero de 1999, con la del entonces presidente estadounidense, William Clinton.
El Paseo de Montejo, principal avenida de esta ciudad, es resguardado desde diversos puntos visibles y ocultos por agentes mexicanos y estadounidenses.
Su más reciente construcción es una torre, desde la cual una cámara, conectada a la central de la Policía Estatal, es capaz de captar imágenes en los sitios más recónditos y hasta de grabar placas vehiculares en varias calles a la redonda.
En un costado de esa vialidad, se enclavan los hoteles en los que estarán las comitivas de ambos países y por donde seguramente transitarán en algún momento ambos presidentes, que se encontrarán a partir del martes en la ex hacienda Temozón Sur.
Incluso, a menos de 200 metros de esa zona, se encuentra el consulado estadounidense, que ya se ha vuelto una auténtica fortaleza, principalmente tras las protestas de activistas que se han quejado por la visita de George W. Bush a esta entidad.