El Siglo de Durango
Para celebrar el 50 aniversario de la transformación de Instituto a Universidad Juárez del Estado de Durango se llevó a cabo la conferencia “Vida y obra de Ricardo Castro” para así recordar también que hace una centuria falleció este músico duranguense. Los asistentes acudieron al evento el pasado viernes a las 18:00 horas.
La batuta la llevó José Ramón Aguirre Aguilera, egresado y actual profesor de Piano de la Escuela de Música y de la Casa de la Cultura.
Aguirre destacó que en la época del Porfiriato, en la que creció el autor, surgió una serie de músicos influenciados en parte por la cultura francesa que en ese entonces se encontraba en territorio mexicano.
VIDA
Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera, nombre completo del compositor, desde niño mostró un gran interés por la música al seguir con ritmo las canciones que escuchaba; por lo que sus padres decidieron inscribirlo en la Academia de Santa Cecilia a la edad de siete años.
Sus maestros fueron Pedro H. Ceniceros y Manuel Herrera, quienes desde el principio se dieron cuenta del talento del aprendiz al pedirle que colocara las manos en el piano y lo hizo de una forma majestuosa.
Aguirre Aguilera expresó sentir una relación con el hombre motivo de la reunión, pues fue alumno de Alfredo González, quien a su vez lo fue de Castro en la Escuela de Música.
El padre del ilustre, Vicente Castro, fue nombrado diputado del Congreso de la Unión, por lo que la familia tuvo que trasladarse a la Ciudad de México y ahí Ricardo ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria. Después fue inscrito en el Conservatorio Nacional de Música, donde hizo la carrera en sólo tres años.
Junto con Gustavo C. Campa, Juan Hernández Acevedo, Carlos J. Meneses, Ignacio Quezada y Felipe Villanueva integró el conocido Grupo de los Seis, artistas de corte afrancesado que se reunían para discutir y analizar temas de actualidad musical, que mucho influyeron en la evolución de la música en su tiempo.
Castro es considerado un hombre prodigio, ya que fue el primer mexicano en escribir una sinfonía. Sus influencias fueron Lizt, Chopin, Beethoven y algunos más.
En aquella época era casi imposible tocar música mexicana en los teatros, por lo que ponían títulos franceses a las presentaciones. Fue un maestro en el piano, tenía técnica, método y gran repertorio. Por lo que recorrió ciudades como Chicago, Filadelfia y Nueva York, donde logró consolidar el nacionalismo musical al ser escuchado en grandes salas.
MÉXICO
En 1900 Justo Sierra, por órdenes de Porfirio Díaz, le comunicó que la Presidencia le otorgaba una beca en Francia, pero con la condición que a su regreso hiciera una gira por la República. El 9 de agosto de 1902 fue la exhibición en Durango en el Teatro Victoria; se presentó con su piano de cola, el cual fue trasladado en ferrocarril. Aunque fue el regreso a su ciudad natal, en el programa no figura que haya interpretado su más grande obra: “Vals capricho”.
En la conferencia también se resaltó que después de una larga gira regresó a la capital en septiembre de 1906, en enero de 1907 fue nombrado director del Conservatorio Nacional de Música, al que se dedicó en cuerpo y alma los últimos meses de su vida; ya que adquirió pulmonía y murió en noviembre de ese año a la edad de 43 años. Sucediendo esto, Alberto Melquiades Alvarado organizó una velada por su deceso y lo definió como alguien con talento, disciplina y amor. Sus restos descansan en el Panteón Francés de la Ciudad de México.
“Castro nunca se casó, así que los únicos descendientes que quedan de su familia son por parte de su hermano Vicente, quien también fue músico pero no destacó tanto”, comentó el ponente.
En su honor se construyó el Teatro Ricardo Castro, cuya edificación comenzó en 1900 –cuando aún vivía– y fue llamado El Teatro Nuevo e inaugurado el 7 de marzo de 1924.
La pieza de ópera “Atzimba” nunca fue interpretada por el artista en México, sin embargo la Orquesta Sinfónica de la UJED la presentó como parte de su repertorio el mismo viernes por la noche en el Teatro Principal.
En el recinto piezas como “Río rosa”, “Siempre tú” y “Vals recuerdo” fueron tocadas por el maestro Aguirre, quien al final dio las gracias a los presentes, pues él considera a Castro un gran artista.
OBRAS
Ricardo Castro compuso varios temas, entre los que destacan:
- “Vals capricho”.
- “Atzimba”.
- “La leyenda de Rubel”.
- “Bluete”.
- “Satán vencido”.
- “Rousgalka”.
- “Concierto para piano y orquesta”.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango