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Tres orejas para “El Cejas”

Por Jorge Fernández Vázquez

Con tres orejas se presentó por primera vez Arturo Macías “El Cejas” en la Plaza de Toros Alejandra, en la corrida de ayer donde alternó con el mejor rejoneador del mundo, Pablo Hermoso de Mendoza, y Alfredo Gutiérrez, quien terminó en los separos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DMSP).

Los toros de las ganaderías Cuco Peña y Cerro Viejo quedaron a deber, todos tuvieron un astado bueno y uno malo, la primera parte pasó sin pena ni gloria, únicamente se salvó la faena que hizo Arturo Macías, a quien el juez Humberto Villarreal le dio una discutida oreja.

La fiesta empezó a tiempo, desde el primer animal hubo irregularidades, los carteles que anunciaban los toros no traían los pesos, por lo tanto esa desinformación de los organizadores hizo mella en el público que tachó a “Don Jaime”, el primero de la tarde, de “perro con cuernos”, es decir que el tamaño y el peso fueron una burla para el respetable, que aun con eso despidió la faena de Alfredo Gutiérrez con palmas.

Por su parte Pablo Hermoso de Mendoza, quien salió con mala puntería con el rejón de muerte, tuvo en “Madrileño” un toro malo que ni siquiera supo morir, pues los monosabios lo sacaron vivo; aunque Pablo estuvo laborioso y dando la calidad a la que ha acostumbrado a sus seguidores el rejón de muerte fue su cruz la tarde de ayer, pues batalló para matar y el toro regresó al corral aún respirando, pues ni el descabello funcionó.

Sin embargo el torero de moda y triunfador de la Monumental, Arturo Macías, llegó para salvar algo de esta tarde que sirvió para proselitismo de Bonifacio Herrera y Jorge Herrera Caldera, ya que en una total falta de respeto a la fiesta brava metieron ruido al ruedo pues en lugar de centrarse en las faenas estaban con la guerra de porras.

Arturo Macías llegó en plan grande, demostró su valor acercándose al toro, quieto sin muchos aspavientos fue llevando a “Centenario” para darle una buena faena, lo moldeó y le sacó jugó, de tal manera que el juez de plaza le otorgó una barata oreja, muy discutida entre la afición.

La segunda salida de cada uno de los matadores fue mejor, los toros fueron más notables, “Delirio” fue el burel de la bronca, Alfredo Gutiérrez lo cuajó, lo recibió de hinojos, con las rodillas bien plantadas en la tierra, le aplicó el farol pegado a las tablas, en el segundo tercio los banderilleros estuvieron bien dejándole a Gutiérrez un astado con buenas embestidas aunque un tanto distraído, sin embargo Alfredo lo toreó en redondo, le hizo una lopezina y terminó en desplante, abriendo el grito de “torero, torero”.

De nuevo empezó la guerra de porras para los políticos, sin embargo hubo quien demostró su amor al arte taurino y silenció a los “seguidores” para que Gutiérrez se tirara a matar, fue un medio estoque que dio muerte a “Delirio”, la petición del respetable fue de dos orejas y Villarreal otorgó una, originando una bronca en la plaza, pues luego de abaratar el primer apéndice no tuvo el mismo criterio para coronar el trabajo de Gutiérrez, quien se molestó y dejó la oreja en el ruedo además de encarar a Villarreal y hacerle en dos ocasiones corte de manga, lo que dio como resultado que la autoridad de la plaza lo mandará al “Mercadito”.

Llegó el segundo para Pablo Hermoso, “Manzano”, de un peso desconocido salió bien presentado, Pablo se lució en su primer rejón que clavó a silla pasada; eran momentos de estudio del astado, que lució con trapío y bravura, embistiendo bien y siguiendo al caballo muy de cerca, Pablo cambió de montura y clavó los siguientes dos rejones de cara al rostro, con este caballo Pablo Hermoso dio muestra de la obediencia de su corcel, ya que lo manejó en forma espectacular.

El español salió por el tercer jamelgo con el que clavó una más de cara al rostro e inició una danza de invitación para el toro en la que el caballo era el encargado de provocar la respuesta del burel, para luego emprender una graciosa huida y a la vez preparar el terreno para el rejón de muerte.

En ese momento la plaza, que registró una entrada al 90 por ciento, se encendió, Pablo pidió el “Corrido de Durango” y ya saboreaba el triunfo.

Pablo sacó a su cuarta montura de la tarde y con un toro reventando a bueno aprovechó que el astado aún embestía para tratar de darle muerte a “Manzano”, sin embargo el ganado de Cuco Peña resistió dos rejones de muerte y fue hasta diez minutos más tarde que dejó de respirar, Pablo se fue por primera vez sin trofeos de la Alejandra, sólo el aplauso del respetable lo acompañó en su salida.

Momento cumbre

Llegó el momento de “Cabanero”, también con una incógnita en el peso, sin embargo el espectáculo empezó, la valentía de Arturo Macías cautivó a las damas y sorprendió a los caballeros, quienes reconocieron el valor del hidrocálido, quien se acostó prácticamente en el ruedo para torear.

Con una faena quieta, acercándose de tal forma que hasta besó al toro, “El Cejas” demostró porqué es el matador de moda, hizo valer su condición de figura, constató porqué está como la máxima estrella de la Feria de San Marcos.

Como un embrujo Arturo hizo que la gente se metiera totalmente al ruedo, pidió que la banda le tocará “La Feria de San Marcos” y la bailó, como una coreografía estudiada con el toro inició la danza con naturales y cambiados de mano, la derecha también fue constancia en los “olés” que le ofreció la afición.

Brindó variantes con martinetes y péndulos, sin embargo el toro se vio disminuido ante el castigo, por lo que no aguantó los últimos muletazos y Arturo se tiró a matar con la sonrisa a flor de piel, pinchó y en el segundo intentó hundió el acero hasta la empuñadura para dar muerte a “Cabanero”.

Arrestan a matador

El matador de toros Alfredo Gutiérrez fue arrestado al terminar su actuación en la Plaza de Toros Alejandra luego de hacerle corte de manga al juez de plaza, Humberto Villarreal.

El diestro mexiquense fue llevado por los policías municipales a los separos de la DMSP a petición del juez por faltas a la autoridad, ya que según Humberto Villarreal él es el representante del Municipio en el Coso de la San Martín y no puede ser agredido por nadie.

Alfredo Gutiérrez despreció la oreja que le dio el juez y le hizo una seña que se interpreta como “recordatorio”, al término de la corrida llegó una camioneta de la DMSP y se lo llevó, se hizo acreedor a una multa de 450 pesos y fue puesto en libertad una hora más tarde.

Ante esta situación la gente que observó el arresto se molestó y tachó al juez de tener poco criterio y la culpa por no hacer caso a la petición general.

Escrito en: Pablo, toro, Gutiérrez, quien

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