MÉXICO, DF.- Los restos del cardenal Ernesto Corripio Ahumada fueron sepultados ayer domingo en la Catedral Metropolitana, en una ceremonia que encabezaron Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, y Christophe Pierre, nuncio apostólico .
El sepelio se realizó luego de una misa de cuerpo presente, a la que asistieron obispos de todo el país y en la que el Nuncio leyó los mensajes de condolencia del papa Benedicto XVI y del Estado Vaticano.
SIN INCIDENTES
La liturgia transcurrió sin incidentes, mientras partidarios de Andrés Manuel López Obrador celebraron su mitin en el Zócalo capitalino.
Por un acuerdo previo con el Gobierno capitalino y la Arquidiócesis, la Catedral omitió los repiques largos de campana antes de la misa y sólo dio tres toques cortos durante la consagración.
PROCESIÓN
Al término de la misa, una procesión encargada por los obispos auxiliares y solidarios de la arquidiócesis acompañó el féretro del cardenal Corripio Ahumada, hasta el Altar de Los Reyes, bajo el cual se encuentran las criptas de los arzobispos.
Entre aplausos de los feligreses, el féretro fue bajado mientras las campanas de la Catedral repicaron a duelo durante unos diez minutos.