@@ADSSCRIPTS@@

Kiosko

El hombre que perdió su sombra

Isaac Mejía H.

Se puede considerar que el tema de la pérdida de la sombra es un tópico literario interesante por dos razones: No es muy conocido y no es tan frecuente como otros lugares comunes literarios, y está documentado lo mismo en narraciones folclóricas, que en las letras cultas de diferentes países y épocas.

En la literatura helénica el historiador Polibio testimonia en uno de sus textos una de las variantes de este tópico: La pérdida de la sombra como castigo. Según se puede ver en este fragmento de la obra del historiador de Quíos, en el que censura a Teopombo: “Pues el afirmar que algunos de los cuerpos colocados bajo la luz no dan sombra es propio de un espíritu extraviado; lo cual ha hecho Teopombo al sostener que los que entraban en el lugar sacrosanto de Zeus, en Arcadia, se quedaban sin sombra”.

Por lo que toca a los relatos que utilizan como vínculo narrativo a la “sombra” como símbolo, un clásico de la literatura romántica alemana y una de las obras más admiradas por escritores tan diversos como Heinrich Heine, Thomas Mann o Italo Calvino es: “La maravillosa historia de Peter Schlemihl” de Adalbert von Chamisso, que está construida en torno a otra variante de este tópico: la pérdida de la sombra por tratos con el maligno.

En 1789 Chamisso tenía ocho años, era de clase noble y le tocó padecer ya que 1789 es la fecha de la Revolución francesa. La familia Chamisso conoció las penalidades del exilio por Holanda, Alemania y, finalmente Prusia. A los quince años el joven Adalbert es admitido en la Corte del rey Federico Guillermo II como paje de la reina consorte.

Posteriormente abraza la carrera militar. Lee mucho, sobre todo a Diderot, Voltaire y Rousseau. Entre 1804 y 1806 colabora en la revista poética “Almanaque de las musas”. Después de intervenir en una serie de episodios bélicos, en 1812 decide radicar en Berlín para dedicarse a la vida académica.

En “La maravillosa historia de Peter Schlemihl”, un imprudente Peter vende su sombra al Diablo por una bolsa mágica de oro (se refiere aquí Chamisso a un objeto encantado muy conocido en las narraciones y leyendas de Alemania en esa época: la “bolsa de Fortunatus”). Al principio Schlemihl opina que hizo un excelente negocio, sin prever las terribles consecuencias que le acarreará semejante decisión.

Muy pronto descubre Peter que la pérdida de la sombra le quita respetabilidad social (cuando de entre el griterío le lanzan la imprecación “La gente decente lleva consigo su sombra cuando va al sol” y se libra de ellos arrojándoles puñados de monedas de oro) y se refugia en la noche para que no se perciba su carencia existencial (al tiempo que se desespera: “¿De qué sirven las alas al que está aprisionado con cadenas de hierro? Ahí estaba yo, como Faffner en su guarida...” en alusión al dragón que guardaba el tesoro de los Nibelungos).

Escrita en tono serio y conservador, en opinión de Mann, más que de un cuento infantil, “La maravillosa historia de Peter Schlemihl” es una novela fantástica, en el sentido del extraño destino de su protagonista; mientras que, para Calvino, estamos ante una obra literaria lograda a la perfección por Chamisso, quien inaugura de esa manera el género del relato fantástico.

Pese a la levedad de su trama, se puede afirmar que esta obra literaria encierra elementos muy sugerentes: El Diablo en forma de criado cortés y servicial, el original trueque de la propia sombra por una bolsa mágica, la presencia de algunos tópicos como las botas de siete leguas y otros más. Pero detrás de todo ello se puede intuir un entramado más complejo, tan complejo como la propia personalidad del autor: ¿Qué significa realmente la “sombra” para Chamisso?, ¿es solamente eso lo que quiere decirnos, lo difícil que sería para un hombre vivir sin sombra?

Escrito en: sombra, Peter, pérdida, obra

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas