No es lo mismo que: el lenguaje, animal. Esta expresión muchas veces se dirige a los humanos; aquélla, invariablemente, a los animales. Onomatopeya es la imitación del sonido de una cosa por la palabra que la represente. Miau nos recuerda el maullido del gato; entonces, maullar se refiere a ese felino. Pero ¿cómo se le denomina al emitido por los otros? Habrá oído que cuando alguien tiene un lapsus, invariablemente le reprochan “no rebuznas porque no te sabes la tonada”, alusión que se refiere al pobre animal que se pretende exterminar a pesar de que es la inspiración y envidia de muchos mortales. Sí, pero como se les conoce a los demás ejemplares.
Empecemos: abejorrear, la abeja e insectos que le acompañan; Arruar, el jabalí; Aullar, al lobo, perro y chacal; balaar, carnero, cordero, oveja, cabra, gamo, ciervo; aunque también se le llama batilar y balitear; barritar, al elefante, berrear, al becerro; bramar y bufar, al toro, (peyorativamente conocido como buey) y a otros animales salvajes; en el caso del toro también se dice mugir y rebufar. Cuando alguien tiene un logro, le sugieren que proceda a cacarearlo, pero se abstiene porque es privativo del gallo y la gallina. La paloma se esmera al cantalear; a carretear la cotorrra y el loro.
El clocar es de la gallina clueca. El cuervo es más popular y “políglota”, porque a su “voz”, lo mismo se le llama crascitar, crocitar, croscitar gaznar, graznar, grajear, urajear y voznar. Muchas personas tienen en su estudio o en su casa mesas llenas de ranas, porque se les atribuye la buena suerte. Están en decenas de presentaciones y posturas; sólo les falta croar, croquear, charlear o groar. Pero fíjese que sobre el cuervo, el gato es el que más “dialectos” tiene. Aparte de maullar también se dedica a fufar, marranizar, maular, mayar, miagar, miañar, miar y morrongear. ¡Aaaaay, la cigüeña!, además de sus “remesas” se le distingue cuando procede a crotorar; lo malo es que también la grulla lo hace.
No sabemos en qué “lengua” se dirija cuando lo devoramos; lo cierto es que el delicioso cerdo al primer mordisco que le damos, procede a chafar o guñir. “ Perro que ladra no muerde”, aunque no se confíe, porque además de ladrar y aullar el noble animal tiene la cualidad de champear, chumbar, decir, latir, gemir, ochar, regañar, regañir, gruñir y rumbar. Chillar es atributo de la zorra, la liebre, el conejo y otros animales de caza; de la zorra también el guarrear. Cuando contrate filarmónicos, se arranquen con la primera y cada quien vaya por su lado, acúselos de chirrear o chirriar, ya que eso hacen los pájaros que no cantan con armonía y chirlear, cuando sí ensayaron. Churritar es lo que hace el verraco o cerdo padre; gamitar el gamo; garrir el loro; gaznar, aparte del cuervo, el grajo y el ganso; gluglutear el pavo; gorjear los pájaros; grajear el grajo; gruir la grulla; guañir el cochinillo o lechal; guiscar (que obviamente no viene de güisqui) y relinchar, el caballo; himplar o implar, la onza y la pantera; mugir la vaca; ornear y también rebuznar el asno; otilar el lobo (y aúlla, como ya se vio); parlar las aves; parpar, el pato (sobre todo cuando se hace); piar, las aves, especialmente el pollo (aunque cuando lo rostizan ni pío dice). Piñonear o castañear, al macho de la perdiz.
Piolar lo hace el pollito y el pajarito (en el buen sentido de la palabra); pifiar, las aves pequeñas; pitajear, el pinzón; piular al igual que piar como ya se asentó, el pollo; rebudiar el jabalí (es bilingüe); reclamarse, las aves; remudiar la vaca y su cría; resoplar o bufar, el toro, el caballo y familiares; rezongar, la aveja y el avispón ronar y rebuznar, el burro; roncar, el gamo; roñar gruñir, rebuznar y roncar el cerdo, el perro, el burro y el gamo; rugir (naturalmente y aunque dicen que no es como lo pintan), el león; ajear, cuchichiar, chuchear y serrar, la perdiz y aunque no coincido, se atribuye a la serpiente el silbar, cuando que es más conocida por morder; sí acepto que lo hacen algunos pájaros.
Si usted se considera amigo o admirador de Antonio Banderas, dígale que el tautear es propio del zorro; si conoce a cierto personaje, hágale saber que titar es del pavo; titear, junto con la relación que se anexa, de la perdiz; trisar de la golondrina y otros pájaros; ulular del lobo y del perro; urajear del grajo (si lo conoce exhíbalo) y del cuervo; berraquear (ya se mencionó) el verraco o cerdo padre; voznar, el cuervo y otras aves; zumbar, la abeja, el avispón y el moscardón y zurear, la paloma, (además de llevar mensajes). Como verá, es largo el listado. Le aconsejo entonces que en sus movimientos guturales tenga muchísimo cuidado, no sea que me lo identifiquen con alguna de las anteriores especies.