Durango. El colorido, la imaginación y la sana diversión llegaron al Teatro Ricardo Castro con el espectáculo de Lazy Town. Cientos de niños se dieron cita para disfrutar, con sus personajes favoritos, el aniversario de esta comunidad. En medio de acrobacias, piruetas, música, dinamismo, buena alimentación, pero sobre todo mensajes positivos, los pequeñines disfrutaron esta cita con la fantasía.
Preparativos para la fiesta. Una colorida escenografía ambientó la presentación de estos personajes. El medidor de energía descendía de nivel, amenazando con destruir la ciudad para convertirla en la más perezosa de todo el mundo, mientras el malvado Robbie Rotten hacía de las suyas para lograr que esto sucediera. Entretanto los demás integrantes se ocupaban con entusiasmo de los preparativos de la celebración de Lazy Town.
Alegría. Algunos de los asistentes aprovecharon para sacar sus disfraces y llenar de alegría el lugar con sus coloridas caracterizaciones. Las pelucas color rosa destacaban entre el público y los padres entusiastas acompañaban a sus hijos en esta aventura, cantando y bailando con ellos.
Coreografías y música. Entre divertidos musicales, protagonizados por la niña de los cabellos rosados y el superhéroe Sportacus, los infantes disfrutaron de las coreografías del show, acompañándolo con las palmas todo el tiempo. Luces, sonido y efectos especiales aportaron los elementos necesarios para que el público disfrutara de un entretenido y completo show de esta versión teatral del exitoso programa de televisión.
Plan perverso. La primera amenaza llega a la ciudad cuando Robbie se hace pasar por la señorita Boicot e incita a hacer el mal a todos los personajes, que terminan comiendo el pastel, abriendo los regalos y jugando videojuegos por sus malvados consejos. Cuando Stephanie y Sportacus se dan cuenta de esto echan abajo su plan perverso y continúan haciendo los arreglos para la gran fiesta.
La paz regresa. Todo parecía marchar con tranquilidad, pero Robbie decide darle a Sportacus “la manzana más dulce que jamás haya comido” robándole su energía para encerrarlo en una jaula y seguir con su perverso plan. Poco después se hace pasar por este superhéroe y cuando cree que la batalla está ganada, el verdadero Sportacus con la ayuda del público regresa para darle su merecido y rescatar a la ciudad de Lazy Town, invitándolos a ¡nunca rendirse! Ya que “Lazy Town nunca duerme”.
Gran fiesta. Una vez arruinados los planes siniestros de este malvado personaje, la paz regresa a Lazy Town y con la ayuda del público que comienza a jugar con pelotas gigantes que ruedan entre los asistentes, la energía del medidor empieza a subir. A pocos minutos de que la celebración comience, el zapateado de los entusiastas espectadores hizo vibrar las instalaciones del teatro y en un grito: “uno para todos y todos para Lazy Town” el medidor alcanzó de nuevo su máximo nivel. Con una explosión de papelitos multicolores llegó a su fin la tan esperada fiesta de Lazy Town.