Todo comenzó cuando el ex futbolista colombiano Carlos Augusto Alvarez Maya, quien militara con el club Necaxa, fuera detenido el viernes 11 de abril de 2003 en el aeropuerto de la Ciudad de México cuando intentaba salir del país con destino a Bogotá con más de un millón de dólares.
Tras la captura de Álvarez, se supo que el dinero le fue entregado por Jorge Mario Ríos Laverde, quien también fue capturado en la terminal aérea el 26 de octubre de 2002, a bordo de una camioneta BMW, placas JCP618, que resultó ser propiedad de la Promotora Internacional Fut Soccer, del empresario Guillermo Lara, ligado a los equipos Gallos Blancos de Querétaro e Irapuato.
Un año después de aquel incidente con el ex jugador colombiano, la Procuraduría General de la República solicitó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos informes sobre los movimientos financieros de personajes ligados al futbol mexicano. Las investigaciones apuntaron al cártel de Cali y al cártel del Norte del Valle de Colombia.
La Promotora Internacional 'Fut Soccer', propiedad de Guillermo Lara, ex directivo de la Federación Mexicana de Futbol, fue objeto en el seguimiento de operaciones financieras sospechosas vinculadas con Paul Solórzano Lozano y Ríos Laverde, dos presuntos narcotraficante colombianos.
Después de las investigaciones, Ríos Laverde, fue entregado a la DEA y dio como domicilio el de la promotora 'Fut Soccer'.
El caso del Querétaro despertó preocupación, porque antes de la llegada de la actual directiva, existieron indicios en torno al club, como el que en los días de pago llegaban hasta el vestidor personajes con portafolios repletos de dólares.
Otro de los clubes que estuvo en la mira fue el desaparecido Celaya, vinculado al Irapuato, donde apareció un personaje llamado "El Tío" (José Martínez), un sujeto de origen colombiano, relacionado con algunes clubes de su país natal, México y de Estados Unidos.