La aplicación de anestesia en niños plantea un desafío para los anestesiólogos, debido a las características anatómicas y fisiológicas de los pequeños, asegura Juan Eugenio González Martínez, director del Hospital Santiago Ramón y Cajal del ISSSTE.
Indica que antes de realizar cualquier procedimiento quirúrgico, el especialista deberá consultar con sus padres los antecedentes del menor, ya que es importante conocer la existencia de otras enfermedades como asma o problemas cardiacos.
REQUERIMIENTO
La Anestesiología Pediátrica es una de las subespecialidades de la anestesiología moderna por lo que los especialistas requieren un entrenamiento teórico y práctico permanente en centros dedicados a esta disciplina. Indicó que la aplicación requiere una gran exigencia sobre todo en operaciones complejas.
La participación del anestesiólogo en procesos quirúrgicos pediátricos exige estar consciente de las diferencias que implica la atención de un niño a un adulto, las cuales condicionan procedimientos farmacológicos.
CUIDADOS
González Martínez recomendó que los niños deben permanecer separados de pacientes adultos durante su recuperación. Para prevenir complicaciones es conveniente contar con la disponibilidad de los servicios de cuidados intensivos neonatales o pediátricos.
Es importante que las personas responsables de cualquier procedimiento anestésico tengan la preparación en reanimación pediátrica.
RESPONSABILIDAD
Afirmó González que el anestesiólogo es el responsable del manejo de las funciones vitales, incluyendo la respiración, ritmo cardiaco y tensión arterial durante la intervención y el periodo postoperatorio.
A lo largo del proceso quirúrgico debe realizarse juicios médicos y tomar las decisiones pertinentes sobre su estado físico, además de identificar complicaciones, diagnosticarlas y tratarlas en coordinación con el resto del equipo médico participante, comentan.
EVALUACIÓN
Expresó que antes de la cirugía, se tiene que hablar con los padres de familia para evaluar el estado médico del pequeño, revisar su historial y planificar su anestesia en particular, considerando cualquier otro padecimiento como asma o enfermedades del corazón.
Serie de pruebas
Se debe hablar con los padres del menor y solicitar una serie de pruebas adicionales como análisis de sangre, radiografías y electrocardiograma, que depende de cada paciente e intervención quirúrgica, según el galeno.
De esa manera se pueden evitar males mayores en el menor al momento de intervenirlo.
Es importante conocer la existencia de otras enfermedades del menor, como asma y cardiacos.
Por otro lado, los médicos deben estar bien entrenados al respecto tanto en lo teórico como en la práctica en centros dedicados a la disciplina de Anestesiología Pediátrica, de acuerdo a los especialistas del Hospital del ISSSTE.