Su uso más importante es como fruta fresca relacionada principalmente con las festividades de fin de año. Por ejemplo, en las ofrendas de la fiesta de Todos Santos, y en las piñatas, ponches y en la elaboración de dulces, licores, en almíbar, ate, gelatinas y platillos.
Es una fruta silvestre que se adapta fácilmente a la gran diversidad de suelos y climas. Suele cultivarse en el Estado de México, Oaxaca, Tlaxcala, Chiapas, Michoacán, Hidalgo, Morelos y Puebla, donde en el pueblo de Calpan año con año se realiza una feria en el mes de noviembre.
El árbol que produce al tejocote se conoce con nombres como manzanillo y Karhashi, esto es en lengua purépecha, originaria de Michoacán. Forma parte de la familia rosácea, en la que se incluyen más de dos mil especies, como manzana, peral, ciruelo, cerezo, duraznero, frambueso y rosal, entre otros.
Alcanza una altura de 4 a 10 metros y de este árbol se aprovecha su tronco, para elaborar artesanías y utensilios. También se utiliza la raíz y flores, para usos medicinales.
Algunos historiadores afirman que su nombre deriva del náhuatl "te-xocotl" que significa fruta dura y agria. Desde antes de la llegada de los españoles, el tejocote ya era aprovechado por los pueblos indígenas.
Sus principales componentes son hierro y calcio, vitaminas A y C, por ello se incluye en el tradicional ponche, ya que ayuda a combatir la tos, várices y a la congestión del pecho, hasta problemas cardiacos.
En esta época navideña se elabora toda una gran variedad de postres, entre los que destacan panecillos, pasteles, mermeladas para acompañar algunas carnes rojas.
Se pueden elaborar en almíbar y en mermeladas, para dar como obsequio o preparar algunas roscas de ate de tejocote. No puede faltar en el ponche y como parte de la fruta de la piñata, así como en las bolsitas de aguinaldos.
300 gramos de harina.
½ lata de leche condensada.
225 gramos de mantequilla.
3 huevos, separados en claras y yemas.
5 gramos de polvo para hornear.
200 gramos de tejocote picado en cubitos.
50 gramos de nuez picada.
DECORACIÓN: 200 gramos de tejocote, pelados.
200 gramos de azúcar.
Agua, la necesaria.
PREPARACIÓN:
1.- Acrema la leche condensada con la mantequilla y las yemas.
2.- Añade la harina y el polvo para hornear, mezcla.
3.- Integra el tejocote y la nuez.
4.- Bate las claras a punto de nieve e incorpóralas suavemente a la mezcla anterior.
5.- Vacía a un molde engrasado y enharinado, hornea a 180°C durante 30 minutos. Deja enfriar y desmolda.
6.- Para la decoración, hierve los tejocotes en poca agua y el azúcar hasta que se suavicen, deja que se forme una miel y deja enfriar.
7.- Decora el pastel con los tejocotes en almíbar.