Fernando Flores, “El Nono”, con más de 40 años como filarmónico, siente llevar “la música por las venas”, desde los seis años en su hogar comenzó a hacer ruido, hasta formar parte de grupos de trayectoria.
Sus conocimientos no los guarda como un simple egoísta, por el contrario, los comparte como maestro de las nuevas generaciones, en fin, acota: “siempre he vivido de la música y para la música”.
A los 15 años tomó clases de música en la Misión Cultural junto a sus amigos Jesús “Churrisquin” Ceniceros, Nacho Garay, con quienes formó parte de un grupo musical, sus camaradas emigran al estado de Sonora donde forman la orquesta de Los Cromáticos.
Fernando por su parte junto con su hermano Alfredo -que en paz descanse- integraron el grupo de Los Aries, liderado por Manuel Cuevas. A los 16 años ya sabía tocar el saxofón y la gitarra, aprendió lírico, se mantuvieron por 20 años con Los Aries, “ganábamos 100 pesos de aquellos tiempos cuando valían”.
FORMAN SU GRUPO
Mi hermano y yo decidimos formar nuestra agrupación. Para hacernos de equipo Alfredo vendió una televisión y con eso compramos madera e hicimos los bafles a los que les pusimos unas bocinas”.
Armaron la guitarra eléctrica, en base a un poster de un grupo americano de rock, la forraron con papel brilloso, lograron el sonido con un amplificador Radson de bulbos.
Una cervecería les dio la oportunidad de amenizar las tocadas, como tardeadas, concursos de baile y otros eventos.
Entre los primeros integrantes aparte de Fernando y su hermano estaba Rafael Gallegos con el acordeón y entre los tres formaban el grupo Los Príncipes del Caribe.
MÁS INTEGRANTES
Después se integró más gente a la agrupación como Miguel Favela, Ricardo Armendáriz y Rubén Calderón, Fernando empezó a tocar el saxofón, que Chuy Ríos le vendió en 200 pesos. Ya con saxofón, acordeón, batería, guitarra y bajo su música se escuchaba bien, con esta innovación el señor Herrera los llevó a Nazas, Pedriceña y otros pueblitos a tocar en bailes y de esa manera se fueron haciendo de más equipo.
ÉXITO
Fue enorme el éxito de Los Príncipes del Caribe que hasta tres tocadas tenían por semana, recordó que Los Aries no se desintegraron, sino que siguió naciendo una rivalidad en ver quién era mejor grupo, sólo que la diversidad del repertorio y el bajo costo en los contratos hacía que la gente prefiriera a Los Príncipes porque interpretaban música de Los Montañeses del Álamo y con ese ritmo ganaron la preferencia de la región.
Las canciones que más les pedían y que estaban de moda eran Los Vergelitos, De Buena Gana, algunos valses como Julia, Honor y Gloria, tiempo después surgió un grupo que se hizo famoso llamado Los Hermanos Barrón y se identificaron con ese ritmo que fue la cumbia.
PRIMER TRAJE
Fernando recuerda “para tener nuestro primer traje y vernos a la altura de otras agrupaciones fue una anécdota muy peculiar, el señor Román Franco, sastre de esta ciudad, les contrató para ir a tocar a Barroterán, Coahuila, un pueblo minero, y para completarnos el pago nos ofreció que nos hacía unos trajes que fueron en color guinda de una tela algo corriente, pero después de todo logramos dejar huella y sentirnos parte de las preferencias de la gente, de lo cual estamos agradecidos con Dios, quien nos ilumina, pues traemos la música en las venas”, dijo el entrevistado con nostalgia.