El presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, tachó hoy de "sentencia totalmente inaceptable" el dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra la exhibición obligatoria de crucifijos en las aulas, en respuesta a un recurso presentado por una madre italiana.
Berlusconi así lo aseguró a los medios de comunicación durante una nueva entrega de viviendas en la localidad de Fossa, en la provincia de L'Aquila, a los afectados por el terremoto que el pasado 6 de abril devastó el centro de Italia.
"Sabemos desde siempre que Italia es un país en el que la historia del cristianismo es su propia historia" , precisó el jefe de Gobierno.
Las críticas de Berlusconi se sumaron a las del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, quien deploró que en la Europa del tercer milenio se promueva la retirada de los crucifijos de las aulas y se permitan las calabazas de la fiesta de Halloween.
El fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos llegó después de que Soile Lautsi, una madre italiana residente en Abano Terme (noreste del país) , reclamara en 2002 al instituto público "Vittorino da Feltre" , al que acudían sus hijos, la retirada del crucifijo de las aulas por ser contrario al principio de laicismo en el que quería educarles.
Antes de llegar a Estrasburgo, la demanda pasó por el Constitucional italiano -que estableció que no tenía jurisdicción sobre el asunto-, por un tribunal administrativo y por el Consejo de Estado de Italia, que rechazó el caso.