Una de cada dos mujeres sufren porque su cuerpo está marcado por esos desgarramientos de las fibras. Lo bueno es que hay muchas maneras de borrarlas.
Para disgusto de quienes las padecen, las estrías suelen hacerse visibles en zonas bastante expuestas a las miradas indiscretas, al menos cuando se usa traje de baño o bikini: en el abdomen, los muslos, los glúteos, las caderas, el busto y los brazos.
Las estrías suelen aparecer cuando la piel se restira debido a que aumenta el volumen del cuerpo; digamos, cuando se sube de peso; en la adolescencia, debido al crecimiento del cuerpo, y en el embarazo, a causa de la expansión del vientre y los kilos de más. Incluso cuando se hace mucho ejercicio y los músculos crecen muy rápidamente, pueden surgir. La genética también interviene en el asunto.
Soluciones Aunque las estrías no desaparecen del todo, existen varias opciones para disminuirlas. Van desde cremas cosméticas hasta tratamientos con rayo láser.
Uno de los métodos más sencillos consiste en tomar suficiente agua sola (dos litros al día, a lo largo del día) y mantener la piel hidratada; además, es recomendable untarse vitamina E.
Entre las casas que ofrecen cremas para corrección de estrías está L´Oreal. De acuerdo con las indicaciones, en tres meses de uso se puede apreciar una disminución de aquéllas.
El retinol A, recetado bajo prescripción médica, es también un atenuante, pero su aplicación debe ser supervisada por un dermatólogo.
Otros de los productos que se utilizan bajo la supervisión del médico son el ácido glicólico y los alfahidroxiácidos que incluso sirven para realizar peelings en el rostro.
Otra opción más sugerida por los especialistas es la microdermoabrasión, que se realiza por medio de una máquina especial con cristales pequeñísimos que exfolian la piel a niveles profundos. De este modo se estimula el colágeno y mejora con ello también el tono de la piel.
Finalmente, el tratamiento más efectivo, pero también el más costoso, es el de rayo láser, que exfolia la capa superior de la piel, con lo cual se propicia la regeneración del colágeno y de la propia epidermis.