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Durango

Los criminales eran protegidos, denuncian los vecinos del lugar

El Siglo de Durango

Los reclamos fueron generalizados, vecinos del fraccionamiento Las Brisas vivieron un infierno la noche del martes. Un señor manifestó que en medio de la balacera salió a buscar a su pequeño hijo que estaba jugando con sus amiguitos en el jardín y en eso fue encañonado y amenazado por los federales, mientras que a su esposa casi le da un infarto al no ver a su niño y presenciar cómo le apuntaban con un rifle a su marido.

La mañana de ayer, a unas horas de que se registrara una impresionante balacera en Las Brisas, los vecinos alzaron la voz para señalar que en la casa que usaban los delincuentes como guarida se habían presentado diversas irregularidades que fueron expuestas ante la autoridad y éstas nunca hicieron caso, ahora, después de que todos corrieron peligro, esperan que actúen.

 EN LA CASA SE METÍAN POLICÍAS

Señalaron que la casa marcada con el número 102 de la calle Venecia fue construida por el ex procurador Jesús Gutiérrez Vargas y rompió todas las reglas del fraccionamiento privado, ya que empezó a levantar bardas y colocar portones eléctricos, cuando los vecinos expusieron esto ante el Cabildo no les hicieron caso y es que en esa zona por seguridad está prohibido colocar bardas entre casa y casa y mucho más tener cocheras.

Los vecinos agregaron que desde hace unos seis meses en el citado domicilio se empezaron a ver cosas sospechosas, personas armadas y patrullas de la Procuraduría y de la Federal que iban y se metían a la casa del ex funcionario, inclusive el domingo pasado los vecinos vieron que metieron a esa vivienda a una persona esposada, como si la usaran como "casa de seguridad".

También señalaron que de la balacera del martes por la tarde, a espaldas del CBTIS 110, resultó una persona herida y que ahí la llevaron para curarla, siendo comprobable la versión ya que se encontraban rastros de sangre, restos de gasas y suero que le habían administrado al lesionado.

Por tal razón los habitantes del lugar señalaron a las autoridades "no se hagan mensos porque sabían que los policías estaban bien relacionados con los probables delincuentes".

 INMISCUIDO EX AGENTE E HIJO DE FUNCIONARIO El Ejército Mexicano, a través de un comunicado, informó que uno de los presuntos delincuentes que perdieron la vida en el enfrentamiento fue Óscar Gamero.

Esta persona según lo expresado en la Procuraduría, había sido agente de la Policía Ministerial de Durango hace más de diez años y era hijo del encargado de la adquisición del armamento para las corporaciones del Gobierno del Estado.

Sin embargo, se escucha el rumor de que Óscar Gamero había sido secuestrado y que lo tenían cautivo en la casa de seguridad propiedad del ex Procurador y que durante la balacera contra los delincuentes resultó muerto, pero el Ejército en su reporte final no mencionó nada relacionado con un plagio ni mucho menos que sus soldados hubieran matado a una persona inocente.

 UNO DE LOS DETENIDOS ERA INFLUYENTE La Décima Zona Militar informó que los detenidos fueron Martha Elba Ibarra García, de 32 años, originaria de Santiago Papasquiaro; José Alfonso Sánchez Gutiérrez, de 39, también de la región pinolera; y Miguel Ángel Piedra Gallardo, de 31, originario de la ciudad capital.

Lo raro del asunto y lo que hace presumir a los soldados de que José Alfonso Sánchez era influyente, es que el pasado 24 de mayo los militares lo aprehendieron junto con una mujer y otro tipo a los que les aseguraron un "cuerno de chivo", una ametralladora, una pistola, cinco cargadores y cerca de 300 cartuchos, además de dos kilos de marihuana y seis camionetas de lujo en la colonia Luis Echeverría, siendo puestos a disposición de la delegación estatal de la PGR, y a menos de 20 días ya andaba libre y delinquiendo.

Finalmente, se tuvo conocimiento que los detenidos ayer por la mañana fueron trasladados al aeropuerto donde los esperaban agentes de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) por la probable responsabilidad del delito de homicidio en agravio de un agente de la Policía Federal, más lo que se les acumule.

 FUERON MÁS MUERTOS QUE LOS REPORTADOS

Ayer la Décima Zona Militar informó que el total de decesos en el enfrentamiento fue de cuatro y no tres como lo declaró Moisés Melo García el día del evento.

Se informó que los occisos respondían a los nombres de Óscar Gamero, Israel Sánchez Herrera y/o Ramón Soto García y Raúl Gabriel Estupiñán Esquivel.

También se confirmó que el agente de la Policía Federal, Pedro Camacho Carrasco, perdió la vida en la balacera y que dos resultaron heridos, al igual que dos militares, quienes sufrieron penetración de esquirlas de granada de fragmentación.

Al entrevistar a los vecinos del lugar informaron que creen que hubo más muertos de los que reportó el Ejército, pues aseguran que en un momento dado los delincuentes salieron gritando "nos rendimos, nos rendimos" y al entrar los soldados se escucharon más balazos en la casa y sacaron varios cadáveres aparte de los que yacían tirados a media calle.

 TRAÍAN FUSILES ANTIAÉREOS Los soldados dieron a conocer que aseguraron un fusil Barret calibre 50, arma antiaérea capaz de atravesar concreto y blindajes, dos "cuernos de chivo", una pistola .38 Súper, cinco proyectiles para Barret y cerca de 150 cartuchos.

También aseguraron doscamionetas: una tipo Tahoe y otra blindada de la línea Cherokee.

Además les decomisaron nueve envoltorios con 99 pastillas psicotrópicas, tres envoltorios de marihuana y una bolsa con cocaína.

Todo fue puesto a disposición de la autoridad competente al igual que la casa marcada con el número 102 de la calle Venecia en la que se escondían los presuntos delincuentes y que según los vecinos era propiedad del magistrado Jesús Gutiérrez Vargas.

Los balazos entraron hasta la cocina

Una mujer que cuidaba a sus cuatro nietos fue sorprendida por la balacera en una de las casas del fraccionamiento Las Brisas, todos se tiraron al suelo y se cubrían en los muros mientras que veían cómo los proyectiles entraban por la ventana e iban a parar en la puerta de la cocina y del baño, el vehículo de ella y de su hija quedaron dañados de los vidrios, carrocería y de las llantas y todavía fueron amenazados por los soldados y agentes federales.

Luego de diez horas de que se suscitó la balacera la señora, todavía temblorosa y con los ojos llorosos, señalaba que ya estaban haciendo sus maletas para irse de esa casa pues los niños ya no soportarían otro caso similar.

Otro señor comentó que cuando se registró el fuego cruzado estaban sus hijos jugando en la calle con sus amiguitos y que algunos de los menores sufrieron una fuerte crisis nerviosa y que no es cierto que los federales los hubieran resguardado, que ni siquiera los paramédicos los atendieron.

Finalmente, manifestaron que no saben quién les va a pagar los daños sufridos en vidrios, puertas y paredes de las viviendas, además de sus vehículos, ya que hasta se llevaron una camioneta particular a la que le dieron un "bazucaso" que supuestamente la iban a utilizar como evidencia.

Escrito en: Durango Narcotráfico casa, vecinos, balacera, delincuentes

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