“Aquí todos los aplausos son para el Señor”.
El pasado miércoles la Plaza de Armas se contagió con el arte andaluz que la Compañía Flamencos Unidos, que dirige la cantaora y bailaora Lucero Hernández, presentó con el espectáculo El Cristo Andaluz.
Capaz de transformar cualquier espacio a la usanza española, bailaores y cantadoes lograron plantear en el escenario la pasión de Jesús a través del baile.
Movimientos precisos, zapateados rítmicos y cante flamenco sirvieron para seguir celebrando, a través de este arte, la Semana Santa.
BELLEZA
Engalanados por la belleza y peculiaridad de sus vestuarios, los bailaores hicieron gala de sus habilidades dancísticas, haciéndose acompañar en todo momento por las suaves palmas que marcan el ritmo de sus cuerpos y por la ovación del público que se mostró en todo momento atento y entusiasta.
Más que un espectáculo de baile flamenco, la gran cantidad de personas que se dio cita en la Plaza de Armas pudo disfrutar de un espectáculo completo que incluyó poesía, baile, cante y teatro, pues aunque es un espectáculo que se ha presentado ya durante más de 20 años en México, Lucero Hernández no pierde la oportunidad para añadir detalles que hacen cada vez más grande este evento.
Música
Presentado dentro del Festival de Semana Santa, que promueve el Instituto Municipal del Arte y la Cultura, este espectáculo teñido de morado y negro sirvió también para sumar público, luego de demostrado el virtuosismo de los artistas.
El cante, como íntima expresión de Lucero Hernández, constituyó el complemento perfecto para el baile.
El guitarrista tapatío Daniel Pimentel supo dirigir con entrega y profesionalismo la parte musical del espectáculo, por ello ésta embonó a la perfección con el baile, cante y poesía.
EXPERIENCIA
Cabe mencionar que además del talento local que el público está acostumbrado a admirar en este espectáculo, se tuvo la presencia especial de Sabas Santos “considerado uno de los mejores bailaores de México”, así como de Lorena Moreno (María Magdalena) y Consuelo Flores (gitana), quienes son originarios de Nuevo León, Guanajuato y Aguascalientes, respectivamente.
“Qué puedo decir, todos son artistas de calidad, las bailaoras que vienen de fuera son grandiosdas, tienen mucha experiencia, desde niñas bailan, están ampliamente preparadas”, dijo Lucero Hernández.
Esta fiesta gitana llegó a su fin luego de más de una hora de grandioso baile y canto, dejando a un público satisfecho por el espectáculo presenciado y con esa sensación de armonía que sólo es capaz de transmitir el baile flamenco.
Procesión del silencio
El evento dio inicio con la Procesión del Silencio, que partió desde el Templo de San Agustín y en la que participaron: la Compañía de Flamencos Unidos, el Coro de la Casa de la Cultura, dirigido por Martha Leyva, el grupo Temachtiani, de Miguel Ángel López Murga, y la Banda de Guerra del Colegio Militarizado, hasta llegar a la Plaza de Armas, donde se llevó a cabo el espectáculo artístico.