Se cierra el telón en el Auditorio Universitario de la UJED y así concluye una de las jornadas teatrales más espectaculares que se recuerde en la historia de la Máxima Casa de Estudios.
Durango tuvo la fortuna de fungir como anfitrión de un evento de talla internacional y fue la noche de ayer cuando se pudo disfrutar de la última exposición histriónica dentro del Octavo Congreso Iberoamericano de Teatro Universitario.
Tomóchic
En lo alto de la agreste Sierra tarahumara hay un pequeño pueblo llamado Tomóchic. En 1892 los poco más de 100 habitantes de ese pueblo defendieron su integridad y dignidad levantándose en armas contra la dictadura porfirista para finalmente morir masacrados por el Ejército Federal.
En ese episodio jugó papel importante un personaje de la historia sonorense: Teresa Urrea “La Santa de Cabora”. La revuelta de Tomóchic preparó a la población del campo chihuahuense para el levantamiento revolucionario que tendría lugar 20 años después.
VERSATILIDAD
La desgarradora historia de una masacre ocurrida hace poco más de 100 años fue revivida a través de esta puesta en escena protagonizada en su totalidad por mujeres integrantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua. De esta manera, y con un texto original de Humberto Rosales, Tomóchic logró cautivar al auditorio a través de una narración bien estructurada y la implementación de escasos recursos de producción.
Cabe destacar la capacidad histriónica de las chihuahuenses, misma que quedó de manifiesto al momento de interpretar de manera intermitente el papel de los varones acribillados.
GRAN CIERRE
Entre ovaciones y expresiones de júbilo así terminó una intensa jornada intercultural en la que se vivió al máximo la pasión por las artes escénicas. Argentina, Perú, Colombia, Costa Rica, El Salvador y diferentes delegaciones mexicanas tuvieron presencia en este evento organizado por la Universidad Juárez del Estado de Durango, en coordinación con la Asociación Iberoamericana de Teatro Universitario (AIATU).