"Hombre alto, vigoroso y estupendo lector", con estas palabras fue recordado el recientemente fallecido escritor nayarito, Alí Chumacero.
La Biblioteca Central del Estado "José Ignacio Gallegos Caballero" abrió sus puertas de par en par y a la luz de veladoras condujo a los visitantes al recinto hacia un altar de muertos en honor al poeta antes mencionado en el marco del Día Internacional del Libro.
En su afán de preservar y conservar las raíces culturales del país se hizo este ofrecimiento enmarcado por una tradición mexicana que enaltece a Durango entero.
SIGUE PRESENTE Durante el evento, Óscar Jiménez Luna, director de la biblioteca, dio lectura a algunos de los poemas de Alí Chumacero como son Poema de amorosa raíz, Para una flor inmersa, entre otros.
A través de sus versos "que siguen tan vivos, resucitará a través de su obra Alí Chumacero", dijo Jiménez Luna conmoviendo a los presentes con la lectura de la obra.
Dijo también que a pesar de ser un gran escritor su obra se limitó a dos libros, pues era tan perfeccionista que sólo publicaba lo que creía merecerlo.
"Una vida de poesía se encierra en este libro", añadió.
Aprovechó la ocasión para relatar una anécdota sobre el fallecido escritor, a quien conoció hace 15 años, describiéndolo como una persona muy dicharachera.
OFRENDA Al final de la presentación y de leer una breve semblanza de Chumacero se habló también de la tradicional ofrenda del Día de Muertos - que tarde pero sin sueño- se realizó como una mezcla de la cultura prehispánica con la religión católica "donde los mexicanos logramos recordar a aquellos que han cruzado el umbral de la muerte".
El aplauso de los presentes puso en alto la memoria de este escritor.
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