La lucha contra el narcotráfico fue una valiente decisión, pero que debió de ser mejor planeada y menos espectacular para obtener mejores resultados, afirmó Gregorio Meraz, periodista duranguense que actualmente es corresponsal de Televisa en Estados Unidos.
En entrevista exclusiva para El Siglo de Durango, Gregorio Meraz, corresponsal de guerra en Irak y Afganistán, habla sobre cómo ve la situación en México desde Washington, así como de las condiciones del periodismo en el México actual.
¿Qué opinión le merece la lucha contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón Hinojosa?
Creo que indiscutiblemente fue una decisión valiente y algo que tenía que hacerse; sin embargo, desde mi punto de vista, no se hizo de una forma estratégica, ni bien planeada. Siento que se apresuraron las cosas en vez de planear pensando en las consecuencias.
Además, no tomaron en cuenta los recursos de los que dispone el narcotráfico. Se señala que el gobierno de México ha gastado en los primeros tres años hasta 20 mil millones de dólares en el combate al narcotráfico; empero, los cárteles tienen ganancias de hasta 40 mil millones de dólares anuales, de los cuales, cuando mucho, se pierden 500 ó 600 millones de dólares en efectivo, de tal forma que los cárteles pueden disfrutar tranquilamente de 36 mil millones de dólares anuales para comprar equipo más avanzado que incluye sofisticados fusiles militares, los cuales se fabrican en Estados Unidos pero son contrabandeados en la frontera sur, según las fuentes de inteligencia norteamericana.
Entonces, si a México continúa entrando este tipo de armamento ¿la lucha contra el narcotráfico resulta inefectiva?
Lo que pasa es que nadie puede ignorar, ni EU, pasar por alto que el potencial económico del narcotráfico vuelve vulnerable la honestidad y el trabajo eficiente de muchas agencias federales de Estados Unidos y de México. Esto conlleva a la evidente corrupción que ha alcanzado varias esferas en Norteamérica en donde agentes aduanales y de inmigración han propiciado la entrada y salida de cargas de narcóticos y de armamento.
¿La Iniciativa Mérida es de ayuda realmente?
Bueno, esta iniciativa fue creada con la intención de disminuir el poder de las organizaciones criminales, así como de reducir los ingresos obtenidos por el tráfico de drogas, y es a través de esta iniciativa que el gobierno de George Bush consiguió que la relación con México sea la más cercana y honesta que ha habido. Sin embargo, la cooperación económica ha sufrido muchos reveses y se ha quedado atrapada en un aparato burocrático; esto ha permitido entregar únicamente el 46 por ciento de los miles de dólares que contempla la Iniciativa Mérida, otorgados por el gobierno de EU y que, como dijo el militar Barry McCaffrey, debe dar más apoyo al gobierno mexicano, puesto que se considera que se ha quedado corto. Pero, por otra parte, también el gobierno mexicano debe adoptar una estrategia que sea más eficiente para capturar a los capos.
Debo puntualizar que mientras el Gobierno mexicano insista en que las armas están pasando por la frontera norte, y EU afirme que entran por la frontera con Guatemala, porque está más abierta, se continuará dejando de lado alguna estrategia básica para combatir realmente el contrabando, que beneficia más que nada a los grupos del narco.
En 2006 se creó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra Periodistas. ¿Cree usted que realmente cumple la función para la que fue creada?
Realmente siento que fue una fiscalía meramente decorativa, que no tenía facultades legales ni el presupuesto para investigar y consignar a los responsables de crímenes contra reporteros, y la prueba está en que nunca presentó ni un solo caso. Hay casos tan antiguos como los de Juan Francisco Ortiz Franco, coeditor del Semanario Z, asesinado en Baja California en la década de los 90 y que sigue impune a pesar de que existen datos claros sobre quién fue el asesino material. Sin embargo, no se ha hecho absolutamente nada para avanzar en ese caso en particular.
Recientemente la PGR impulsó un nuevo decreto -en mayo de 2010- en el que hicieron varias reformas a la Fiscalía; sin embargo, de acuerdo a la opinión de varios grupos internacionales como el Comité de Protección de Periodistas, Reporteros Sin Fronteras, Amnistía Internacional y hasta la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, la Fiscalía sigue careciendo de una importante falta de presupuesto, de autonomía y de facultades legales para consignar y castigar a los criminales.
Y mientras, la pasividad o falta de interés del gobierno, si tú quieres, o la negligencia continua, vemos que hay cada vez más casos de ataques a periodistas, como fue el secuestro de los colegas de Televisa en La Laguna recientemente, quienes afortunadamente fueron rescatados con vida en un operativo realizado en circunstancias muy extrañas, ya que fue sorprendente ver la rapidez con la que localizaron la casa y la agilidad con la que obtuvieron la presunta declaración de los culpables, además de que una de las condiciones para liberar a alguno de ellos habría sido que el delito se atribuyeran a un cártel cuando supuestamente había sido cometido por otro.
Es evidente que ante los hechos de violencia hay muchos periodistas que llegan a autocensurarse por el riesgo que representa no sólo para ellos, sino para su familia. ¿Vale la pena?
Mira, yo he encontrado muchos colegas entregados, apasionados y que no hacen caso de amenazas de muerte, pero llegan a la familia, que lamentablemente es un punto muy vulnerable para todos. Esto te obliga a la reflexión y en muchas ocasiones tristemente a la limitación en el trabajo, lo que es grave y terrible para la democracia mexicana porque significa un retroceso a las condiciones de avance y apertura que se habían logrado.
¿Usted ha vivido alguna situación así?
Yo, por fortuna, en cierta forma, trabajo fuera del país. Mi trabajo se circunscribe a lo que es la toma de decisiones en Washington y el apoyo al gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico, lo que me permite tener una perspectiva tal vez un poco parcial, pero al mismo tiempo más amplia sobre las consecuencia de esta guerra, porque desde EU se ve que tal vez la lucha del gobierno mexicano, aunque valiente, es poco planificada y que seguramente de haberlo hecho bien desde el principio se habrían logrado excelentes resultados.
Mike O'Connor afirmó durante su participación en el Foro de Libertad de Expresión en Transición: periodismo bajo fuego, que los reporteros en México ya trabajan como corresponsales de guerra. Usted, como corresponsal de guerra, ¿cree que sea válida esta comparación?
Ciertamente, es claro que las condiciones en México hacen cada día más difícil el cumplimiento o el trabajo del reportero en México y lo llevan a circunstancias tan difíciles como las que enfrenta cualquier corresponsal de guerra en naciones que viven un conflicto bélico o donde se restringen considerablemente las condiciones para obtener libremente información y poder difundirla.
Me parece terrible que ante la indiferencia oficial en solamente tres años del gobierno del presidente Calderón el número de periodistas asesinados rebase los 63 y existan ya cerca de 12 secuestrados y que a través de la violencia e intimidación, tanto el gobierno como grupos del crimen organizado, y otros, aprovechan esta situación y se continúe generando un ambiente de anarquía total en la que cualquier agrupación delictiva puede tranquilamente ejercer alguna represión contra los reporteros y atribuirla al narcotráfico.
Hay un clima de anarquía e inseguridad en el que los enemigos de un periodista se valen de las condiciones imperantes para atacarlos y luego hacerlo parecer como que fue la mafia.
¿Cómo ve Durango?
Cambiado. No había venido hace tiempo y ahora que vuelvo me parece que ha habido grandes avances; se está encaminando hacia una nueva etapa de desarrollo; hay espectáculos a nivel de cualquier ciudad del mundo y ofrece una nueva fisonomía. Actualmente en Durango veo un crecimiento en cuanto a medios de comunicación; cuando yo me fuí sólo había tres medios impresos, no había televisoras locales, sólo repetidoras. Ahora que vengo hay media docena más de periódicos, semanarios y diferentes canales de televisión; hay reporteros, escuelas de periodismo que me parece estupendo. Más aun, que se les dé la oportunidad a los jóvenes de ser partícipes de medios importantes a nivel local.
¿Qué mensaje les daría a las nuevas generaciones de periodistas?
Que se atrevan. Yo creo que un periodista radica en gran medida en la denuncia del tipo de situaciones de la corrupción, la violencia y otras actitudes que generan inseguridad y problemas. No jugar al "Superman", pero realizar un esfuerzo y hacer todo lo que sea posible por obtener la información que, indudablemente, es una labor difícil en estos tiempos.
FUENTE: INVESTIGACIÓN DE EL SIGLO DE DURANGO
¿Quién es Gregorio Meraz?
n Originario de Durango, Dgo. Nació el 17 de diciembre de 1951. Es el segundo de 7 hermanos.
- En 1970 se trasladó al Distrito Federal, donde trabajó en Televisa, El Universal, El Heraldo de México, Semanario Imagen, en Los Ángeles y El Norte de Monterrey.
- En 1994 se se incorporó al sistema informativo ECO
- En 1998 se fue a Washington para ser corresponsal en jefe.
- Coberturas: el accidente de la planta nuclear de Three Mile Island, la independencia de Belice, el asesinato de Luis Donaldo Colosio; la corresponsalía en Afganistán, ; corresponsalía en Irak, donde el Ejército de EU capturó a Saddam Hussein.