La pasión por el futbol provocada por la Copa Mundial Sudáfrica 2010 trastoca la agenda de trabajo de los adultos y de los estudiantes, como ya lo probó el partido inaugural entre el país infitrión y el selectivo de México el pasado viernes.
La logística de los preparativos para ver los encuentros de balón pie se torna impecable cuando el lugar para disfrutarlos es el salón de clases o la oficina. Todos participan; uno o dos son los que apenas se resisten a cooperar.
La televisión más grande es la elegida para ocupar el lugar central del recinto, mientras que hombres y mujeres por igual ofrecen acompañar el momento con botanas o comidas completos.
El jueves México juega de nuevo y nuestro país será influenciado por ello.