México, DF
Originaria de Durango, Marcia Lazalde Nájera confesó que a su llegada al Distrito Federal se acostumbró a que todas las personas mencionaran a su tierra como El reino de los alacranes.
"Desde que vine a estudiar cine a la ciudad me pareció curiosa la relación que todos hacen entre Durango y estos insectos tan temidos, bellos y respetados. En mi estado estamos acostumbrados a la presencia de los alacranes, pero muchas veces no estamos conscientes del efecto psicológico que provocan en personas de otras regiones", añadió.
APOYO
A partir de esta reflexión, Lazalde inició el año pasado la producción del documental "Los alacranes de mi tierra", proyecto apoyado por el Conaculta, a través del Programa de Estímulo a la Creación y el Desarrollo Artístico en Durango.
La cineasta dijo que a veces lo que es conocido desde la cuna causa sorpresas, sobre todo cuando investigó los diversos aspectos del mundo de los alacranes en Durango, que van desde la creación de clínicas especializadas en picaduras, la venta de artesanías y la subsistencia de numerosas familias.
IMÁGENES REVELADORAS
"Mi intención -explicó- no era hacer un reportaje con datos y estadísticas, sino una obra muy visual, donde las propias imágenes narraran los fenómenos sociales, los problemas y todas las simbologías y tradiciones en torno a los alacranes".
AL MERCADO
Para la realización de la cinta, Lazalde se dirigió primeramente al Mercado de Durango, donde se lucra con diversas artesanías, como llaveros, vasos, collares y adornos con alacranes empastados.
"Sabía que estas artesanías representaban sólo una pequeña parte del fenómeno, que debía de ir a la fuente de quienes capturan y entran en contacto directo con estos insectos", adujo.
ARDUA INVESTIGACIÓN
Para este propósito viajó a lo alto de la Sierra donde existen pequeñas comunidades que cimentan sus tradiciones en el culto al alacrán e incluso lo han adoptado como su principal vía de manutención.
"Es un problema con muchas vertientes porque por un lado se afecta ecológicamente al entorno y por el otro es un medio de vida para muchas comunidades. Por este motivo hoy ya no hay en esa región tantos alacranes como hace 30 años", comentó.
FORMA DE VIDA
La realizadora presenció cómo las familias de la Sierra, incluyendo a los niños pequeños, se dedican durante varias semanas al año a recolectar alacranes de todas las especies.
"Los alacranes se venden en el mercado a un peso cada uno y una familia promedio puede recolectar hasta 5 mil de ellos en una temporada. Sé que no parece mucho dinero, pero lo es para familias que viven en lugares tan apartados", aseveró.
Algunos niños, contó Marcia, han desarrollado con gran precisión la técnica de captura, consistente en sujetar al alacrán de la cola, justo abajo del aguijón y depositarlo rápidamente en un bote.
"No todos los alacranes se utilizan para hacer artesanías, una parte los compran los laboratorios y hospitales para elaborar el antídoto contra las picaduras", recordó.
PEQUEÑO INFIERNO
En otra sección del documental, la cineasta visita el Hospital General de Durango, uno de los pocos en el país en contar con una sección especializada en picaduras. Ahí conoció a personas que han vivido en carne propia el pequeño infierno del veneno de estos insectos.
"Hay diferentes variedades, algunos alacranes son más venenosos que otros. Entre las familias de los poblados más apartados de Durango siguen muriendo personas por las picaduras, sobre todo niños que no son llevados a tiempo a un centro hospitalario", reveló.
ORGULLOSA DE SU ORIGEN
Graduada en el Instituto Ruso Mexicano de Cine, con sede en Coyoacán, Lazalde está convencida de que el documental mostrará muchas facetas y datos sobre este insecto convertido en el ícono de su estado natal.
"Me gustaría presentar el documental a mediados de 2010 primeramente en mi tierra y después participar en festivales. Creo que cada región de México cuenta con algo especial que debe ser mostrado al mundo", precisó.
CONCIENCIA Y añadió: "Realizar este trabajo me abrió los ojos sobre las diversos ángulos que deben tomarse en cuenta en relación con estos insectos. Apenas se está planeando regularizar muchos aspectos para su captura. Los alacranes tienen fama de venenosos, pero es una especie que ha convivido con el hombre desde hace muchos siglos y que hoy también requiere protección".