Los relatores especiales para la Libertad de Expresión, Catalina Botero, de la Organización de Estados Americanos (OEA), y Frank La Rue, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estarán hoy en esta comunidad enclavada en la sierra de Chihuahua para tomar parte de las manifestaciones que tendrán los pobladores, al cumplirse dos años de que un comando asesinó a 13 personas, entre ellos un bebé de un año y medio.
Familiares y amigos de quienes perdieron la vida en el que fuera el primer atentado contra población civil perpetrado por organizaciones criminales en la entidad, llevarán a cabo una marcha por las calles del poblado, hasta llegar al salón de fiestas donde fueron acribillados por unos 15 pistoleros la tarde del sábado 16 de agosto del 2008.
A la fecha los deudos siguen reclamando justicia y que se detenga a los autores materiales del crimen, ya que únicamente se han arrestado a tres cómplices que sólo tuvieron una participación menor en el hecho.
Después de la marcha se oficiará una misa y se quemarán trece ataúdes de madera, que han simbolizado el movimiento social que surgió a raíz del múltiple homicidio. Al hacer arder los féretros, los familiares pretenden simbolizar que el asunto ya está finiquitado para las autoridades y que a la justicia se la llevó el viento como a las cenizas que dejará la madera incinerada.