Última de dos partes
Los ecos del implacable ritmo y carisma de Chayanne definitivamente permanecerán en la memoria de quienes atestiguaron la histórica presentación del artista en la Tierra de los Alacranes. No hubo lugar a reproches, pues cada detalle de la producción se desarrolló de manera impecable y la entrega del boricua recompensó con creces el cariño de la audiencia.
BUEN DETALLE
Un repertorio compuesto por sus mayores éxitos y temas extraídos de su más reciente producción discográfica mantuvieron a sus miles de seguidores siempre sobre los límites de la euforia.
Sin embargo, uno de los momentos más entrañables del recital llegó cerca del final, cuando el puertorriqueño hizo estallar la nostalgia de la multitud con una versión ligeramente modernizada de "Tiempo de Vals", uno de los temas más representativos en su extensa carrera.
El detalle arrancó lágrimas de emoción en aquellas quinceañeras de antaño hoy convertidas en "treintañeras", mientras Chayanne fungía como chambelán de súper lujo.
MISTERIOSO HERMETISMO
La sencillez y humildad del cantante fueron evidentes desde el primer instante, numerosos detalles y acercamientos con sus fanáticas, frases de agradecimiento sincero y una eterna sonrisa.
Sin embargo, la actitud del astro boricua contrastó con el desdén mostrado por su producción hacia los medios de comunicación. Resulta por demás extraño que a pesar de tratarse del primer concierto en territorio nacional, Chayanne no ofreciera declaraciones.
La carrera del cantante no da pie a preguntas que pudieran incomodarlo, pues se ha mantenido siempre alejado de cualquier tipo de polémicas, lo que llevó de manera involuntaria y casi automática "¿qué preguntas quería evitar?".
La producción mostró demasiado empeño en impedir que la prensa local captara más imágenes fuera del límite previamente marcado: únicamente los primeros dos minutos del espectáculo.
"SEÑOR JUSTICIA"
La advertencia fue clara: quien fuera sorprendido con la cámara encendida (fotográfica o de televisión) después de esos "generosos" dos minutos, sería retirado del lugar.
Fue un "güero" con cara de pocos amigos el encargado de hacer valer la ley de una manera tajante y carente de toda sutileza.
GRACIOSA HUIDA
No cabe la menor duda de que Chayanne se fue motivado por la respuesta de Durango, pero su gratitud hacia la audiencia no alcanzó para que brindara una breve declaración al terminar su presentación.
No habían terminado los aplausos en el recinto cuando (a decir del propio Eduardo Escobar, titular de la Dirección Estatal de Ferias, Espectáculos y Exposiciones), el artista ya estaba en carretera rumbo al hotel. De esta manera su partida fue tan fugaz como su llegada y no hubo oportunidad de acercamiento alguno con la prensa y menos con el séquito de admiradoras que esperanzadas aguardaron tras bastidores.