Cómo diría la popular canción infantil 'Cúcara mácara, títere fue. Yo no fui...', fueron todos los pequeñines duranguenses que decidieron vivir estas vacaciones con arte.
El Museo de las Culturas Populares abrió sus puertas de par en par para mostrar a la niñez duranguense un mundo mágico, lleno de fantasía, colores y sueños.
'Cúcara mácara', nombre del curso de verano desarrollado del 11 al 29 de junio, para niños entre 7 y 15 años, fue clausurado la mañana de ayer en un ambiente de júbilo y numerosas creaciones.
OFERTA
Taller de danza, de juegos y juguetes tradicionales, de gastronomía tradicional, de cartonería, de títeres, de pintura y tradición oral y de cerámica -todos ellos enmarcados dentro de la cultura popular- fueron las posibilidades que tuvieron para elegir los participantes en el programa.
Para cerrar como es debido, los pequeñines invadieron el patio principal del museo con creaciones hechas por ellos mismos a lo largo de 19 días de curso.
El objetivo de 'Cúcara mácara' fue precisamente coadyuvar en la formación integral de los niños con un acercamiento a las diferentes manifestaciones tradicionales que identifican, promueven los valores, y permiten el desarrollo de capacidades, habilidades y actitudes que favorecen la creatividad en los niños.
Alrededor de 40 niños participaron en este curso de verano y mientras exploraban las obras de arte que ofrece este museo se dieron a la tarea de desarrollar sus propias creaciones.
CREACIONES
Flores, pollos, papalotes, caracoles, catarinas y un incontable número de figuras, elaboradas en diferentes materiales asaltaron las miradas de los visitantes al cierre de este evento. Padres de familia, familiares y amigos disfrutaron no solo de un gran banquete visual, sino de una muestra gastronómica elaborada por los mismos paticipantes.
Para cerrar con broche de oro, varios montajes de títeres fueron presentados en vivo y a todo color por los niños. Asi culminó 'Cúcara mácara': con muchas sonrisas.