E entrada me llamó la atención la manera que había para conseguir el libro. Era necesario pedirlo directamente a Querétaro, el único lugar -se afirmaba- para solicitar la obra. Promovido también con el apoyo del periódico católico El Observador, Sor Juana Inés de la Cruz. Doncella del verbo (Editorial Garabatos, 2010), el volumen de Alejandro Soriano Vallés, representa una muy importante contribución en la develación de la monja jerónima, instalándose la nueva aportación en el centro mismo de un debate ya muy arraigado en nuestra literatura.
El autor, nacido en 1960, cuenta con un buen camino andado en esta corriente de investigación. A él se debe media docena de títulos anteriores acerca de Sor Juana, entre ellos el notable estudio sobre las bases tomistas del Primero sueño. Y recientemente describió la Protesta de la fe de la monja en una espléndida edición conmemorativa. Apoyado en tal autoridad en el ensayo histórico y literario, ahora nos entrega una suma de su erudición sorjuanística.
El libro de Soriano Vallés no es pues otro estudio más en la cada vez más extendida crítica sobre la Décima Musa. Se trata de una abarcadora revisión -la de mayor ambición después de Las trampas de la fe, de Octavio Paz, publicada tres décadas atrás- que recorre toda la trayectoria vital de Sor Juana, sustentándose en un riguroso apoyo documental respecto a las claves principales para entender a la célebre poetisa: sus orígenes vascos, la decisión de entrar al convento, la renuncia a la literatura y la venta de su biblioteca al final de su existencia.
Tal repaso crítico se sitúa en una larga línea de investigación, cuyas tareas se deben entre otros al padre Calleja y, más cercanos en el tiempo, a Amado Nervo, Ludwig Pfandl, Anita Arroyo, Ezequiel A. Chávez y el propio Paz. Asimismo la nueva obra de Soriano Vallés es deudora del influjo católico de don Alfonso Méndez Plancarte, el mejor conocedor que ha habido de Sor Juana, según Antonio Alatorre, otro imprescindible exégeta de la monja novohispana.
La búsqueda de la verdadera Sor Juana, parece ser el fondo subyacente en los registros y reflexiones de Doncella del verbo. La mujer perseguida por los jerarcas eclesiásticos de su siglo o la hermana caritativa que además, y para fama de otros siglos, cobró una enorme notoriedad cultivando las letras profanas en la Nueva España y en todos los ámbitos del castellano. El asunto es entonces capital, casi sobra subrayarlo. No hace mucho, y a raíz de la aparición del libro en cuestión, resurgió de nuevo la polémica en la revista Proceso, ahora entre el mismo Soriano Vallés y José Pascual Buxó. Para el primero "El fin cardinal de su existencia (de la Fénix) no era el saber, sino salvarse". Para el segundo, "Soriano ha escrito otros (libros) más, todos dedicados a probar y promover la santificación de Sor Juana". En todo caso, este debate vuelve a poner de relieve la trascenden-cia de una vida y de una obra.
Seguramente vendrán lecturas más detenidas de Doncella del verbo, reafirmando o poniendo en duda la validez de sus argumentaciones. Pero quedará de manifiesto que la obra de Soriano Vallés a partir de ahora, si es que no lo fue desde hace tiempo, será una referencia obligada para todos los interesados en el tema. Por mi parte, al abordar asunto tan atrayente, en mis cursos, talleres y conferencias (alguna vez incluso en el tradicional Colegio Sor Juana Inés de la Cruz de nuestra ciudad) he tratado siempre de exponer las dos tesis interpretativas, la liberal y la religiosa, las dos fuentes para descubrir a la monja entre el cielo y la tierra.
Teniendo sobre todo al autor de "Piedra de sol" como un poderoso interlocutor, Soriano Vallés mantiene una voz diferente en la larga conversación sorjuanística. Con severidad y con razón a reprobado las caricaturas que se han hecho de la escritora novohispana en novelas, películas y obras de teatro. Las páginas de Doncella del verbo, por eso y mucho más, merecen el diálogo de puertas abiertas: la mejor lectura, la que va al encuentro del verdadero conocimiento. (OJL)