"Tengo una pierna buena, dos brazos, dos manos, un cerebro, ¿por qué estoy renegando?", se dijo "El Glison" en el lecho de muerte, ahí postrado en una cama de hospital, retando a la muerte, quien a final de cuentas se dio por vencida y prefirió dejar a este hombre valiente para otra ocasión.
Y es que hablar de Jorge de Jesús Gleason, mejor conocido como "El Glison", es hablar de desafíos de valentía y de perseverancia, un exmatador de toros que ha pasado por el quirófano cualquier cantidad de veces, con 37 cornadas y 16 fracturas.
El Siglo de Durango platicó con él, ya que visitará esta ciudad el 31 de este mes, donde dará una conferencia sobre superación, donde expondrá su vida, sus experiencias, de cómo cayó y como se levantó para volver a triunfar.
¿Jorge, platícame sobre tu próxima conferencia en esta ciudad?
Pues es una charla sobre mi vida, donde hablo de cuando estuve en la cumbre, luego caí y pude levantarme para volver a triunfar; tuve una cornada en la femoral y estuve a punto de perder la pierna por problemas de gangrena, estaba enojado con Dios, con la vida, toqué fondo, pero afortunadamente tuve un cambio de actitud, y me di cuenta que tenía una pierna buena, dos brazos, un cerebro, así que decidí salir adelante y lo conseguí, el mensaje es ese.
Si algo puede describir a "El Glison" es la perseverancia, ¿no es así? Es lo que me ha caracterizado, tengo el récord de la mejor carrera novilleríl con más de 200 corridas y más de 400 orejas cortadas; del 90 al 95 fui el mejor en mi profesión, cuando muchos pensaban que ya no volvería a caminar me levanté y lo hice y algo más allá, volver a torear.
Me escapé del hospital porque el doctor me quería cortar la pierna, fui cornado el 7 de noviembre de 1987 en Tlaxcala por un novillo llamado "Golfo" del hierro de De Haro, estuve ocho meses en el hospital, tuve la fortuna de conocer al doctor García Benavides en Monterrey y me salvaron la pierna.
Fue muy doloroso, todos los días me curaban sin anestesia, ya que el doctor consideraba que me podía hacer adicto a la morfina, pues era necesario todos los días hacer el procedimiento, así que tuve que aprender a controlar el dolor con la mente, se llama introspección, es conocerte a ti mismo, es lo que trato de inculcar en la conferencia.
También te has dedicado al arte, cantando…
Más bien como poeta, de joven era como una maldición que me llegaban las frases y tenía que escribirlas, pues no me dejaban dormir, después supe que era sobrino nieto de Ramón López Velarde y que era hereditario, pues en mi casa todos escriben, mi mamá, mis hermanos, cada uno con su estilo, pero todos lo hacemos.
Cantar es una de las cosas más difíciles que he hecho, necesité de cuatro maestros para conseguirlo, me hice amigo de Alex Lora, Jaime López y otros importantes artistas y ellos tomaron mis poemas para hacer algo, de hecho nadie cree que sea yo el de la voz en el disco que grabamos.
También escribí en el Esto, una columna que se llamaba "Desde adentro", era de toros, pero desde la perspectiva del torero.
¿Le tienes miedo a algo?
Creo que no, me he sentido culpable de haber dañado a personas, a mi primer esposa, porque las mujeres se hicieron mi adicción, tengo muchos hijos y eso no es normal, pues no tienes el tiempo para cada familia.
Más bien tengo miedo a volver a hacerle daño a personas que quiero.
¿Dónde has presentado tu conferencia?
En Universidades, cárceles, empresas, de hecho a los reos les ha servido mucho y yo aprendí de ellos muchas cosas, estoy preparando un libro sobre la conferencia, en unos tres o cuatro meses ya estará listo, pero en Durango les daré una probadita.
Estoy por dar unos cursos para la Universidad Autónoma del Estado de México y ahí me ayudarán a editarlo, los directivos están muy preocupados por los índices de deserción y yo les daré las platicas de motivación para tratar de cambiar su mentalidad.
Cita
"El Glison" estará en Durango el viernes 31 de agosto en el Teatro Ricardo Castro, a las 19:00 horas.