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Las 10 cosas que no se le pueden perdonar a Felipe Calderón

Sin Restricciones

JORGE PÉREZ ARELLANO

A nueve días de que concluya el segundo sexenio panista, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, hay una lista de 10 situaciones que, en lo personal, considero que no se le pueden perdonar al todavía Presidente de la República.

1.- Su marcada obsesión. He leído en varios textos periodísticos, recopilados de personajes muy cercanos, que uno de los principales defectos -y tal vez virtud- es su obsesión por hacer las cosas como él quiere. Para Calderón Hinojosa no existen grises, o es blanco o es negro, y quizá eso explique muchas de sus desatinadas decisiones que al final pudo enmendar, pero que no lo hizo. Incluso cuando se dio cuenta de que estaba en un error.

2.- Su necedad. Si bien es cierto que muchos estuvimos de acuerdo en que era tiempo de afrontar la delincuencia organizada de frente, la realidad es que no existían las condiciones para hacerlo. El Presidente confío demasiado en sus policías, y acabó dándose cuenta de que ellos eran los mismos a quien combatía. Acabó jugando un juego donde fue ampliamente superado.

3.- Genaro García Luna. No fueron ni una, ni dos, sino varias las ocasiones en que el aún titular de la Policía Federal fue evidenciado en anomalías e irregularidades en cuestión de seguridad pública. A pesar de eso Calderón nunca quiso abrir los ojos y confió en él ciegamente. El último y más penoso error, el de Tres Marías, donde se sigue insistiendo en la inocencia de los federales a pesar de las evidencias en su contra.

4.- "El Michoacanazo". Cuando Calderón designó a Marisela Morales como titular de la PGR y poco después se anunció un operativo contra alcaldes y funcionarios de Michoacán, la esperanza de que por fin se combatiría a los criminales de cuello blanco creció entre los mexicanos, quienes incluso especulaban qué estados seguirían en la lista. La desilusión fue tan grande, cuando al final, todos y cada uno de los señalados obtuvieron su libertad ante la falta de pruebas y errores en expedientes de la PGR. Uno de los peores ridículos de su sexenio.

5.- Caso Mourinho. Si bien es cierto que la pérdida de uno de sus mejores amigos, y su mejor carta para la sucesión presidencial, lo afectó anímicamente, el Presidente evidenció que no contaba con un plan B que le sacara "las papas del fuego", además de que demostró que no contaba con un grupo cercano que le fuera leal, lo que acabó por dejarlo sólo.

6.- Derechos humanos. Uno de los temas que más le fueron señalados durante su administración. Gran parte de las quejas fueron propiciadas por elementos de seguridad pública y Ejército, quienes no estaban preparados para afrontar tareas en las calles, y por supuesto los casos de maltratos, violaciones y asesinatos a los migrantes que cruzaron territorio nacional. Los peores casos en las últimas décadas y todos quedaron sin castigo alguno.

7.- Al ser el máximo jefe del panismo nacional (al menos de manera simbólica) dejó que el partido que hace doce años representaba una esperanza para los mexicanos, acabara haciendo las cosas que tanto criticó, y hasta peores. El PAN tocó fondo, y de alguna manera solapado o provocado por el mismo Presidente.

8.- Sus discursos ante EU. Si bien es cierto no recuerdo a otro Presidente que se atreviera a levantarles la voz a los norteamericanos como lo hizo Felipe Calderón, el espectáculo nunca dejó de ser eso, un acto mediático, pues temas como la legalización de las drogas, el tráfico de armas y la reforma migratoria nunca lograron aterrizarse y se quedaron en puros discursos.

9.- Su falta de acuerdos. Las reformas que nunca pudieron concretarse en las cámaras no fueron por su culpa, queda claro, sino por los intereses de partidos, pero un buen político, y sobre todo un buen Presidente, sabría llegar a acuerdos, negociaciones o lo que fuera capaz para sacar adelante dichos trabucos. No fue así y ahora le deja todo en bandeja de plata a su sucesor.

10.- Haberle entregado antes de tiempo la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto. Una cosa es la democracia y otra es que desde antes de que se conocieran los primeros datos oficiales del IFE, el Ejecutivo federal ya felicitaba en cadena nacional al acérrimo rival, ese que en un principio juró que nunca regresaría a Los Pinos. Al final dio a entender que su candidato nunca fue una mujer, sino un priista.

O usted... ¿qué opina?

Twitter: @jperezarellano

Escrito en: nunca, Calderón, Presidente, sino

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