Desde hace 16 años y en cada fecha especial, Susana Padilla se esmera en arreglar la tumba de su hija Susana Rangel Padilla, "Belle", como cariñosamente le llamaban. Echa mano de su creatividad: lo mismo se vale de globos, que de un muñeco o un algodón de azúcar, desde luego, sin faltar las flores.
En la tumba de la pequeña, que falleció a los dos años 10 meses de edad, se puede leer: "Aunque el tiempo pase, no te olvidamos" y así tal y como la leyenda de la sepultura dice, Susana recuerda siempre a su hija, a su "Belle" (Bella), que murió prematuramente a causa de una enfermedad.
Las lágrimas apenas se asoman en sus oscuros lentes, pero aun así Susana Padilla platica que cada año acude al panteón para celebrarle a su hija su cumpleaños, Navidad, Día del Niño y Día de Muertos, así como se les hace una fiesta a los niños, con globos, juguetes y dulces.
Dice que, curiosamente, cada año llegan reporteros de la localidad y se acercan para entrevistarla, tal vez porque les llama la atención la manera en la que arregla la tumba.
Para Jaqueline Calvillo, este es el segundo año sin su única hija, Mía Zoe, una niña especial que, luego de tres intervenciones quirúrgicas, la dejó.
Al igual que Susana, la joven madre da vuelo a su creatividad; dice que el ritual de arreglar la tumba de su pequeña con dulces, pan, fruta y juguetes inicia desde el día primero, y que acompañada por su madre, su abuela, hermanas y tías permanecen hasta muy entrada la tarde, para luego regresar también el día dos para que todos en familia puedan "convivir" con la pequeña.
"Como puedes ver, nosotros no le ponemos flores, ponemos lo que a la niña le gustaba comer".
Así como ellas, cada año, miles de lerdenses acuden al único panteón municipal que tiene la ciudad, para visitar a sus familiares, con grandes ramos de coloridas flores.
A las fueras del panteón, el trajín era más que evidente: lo mismo te abordaba un vendedor de flores, que de comida, antojitos, cañas y hasta trastes.
De acuerdo con el director de Prevención Social del Municipio, Vicente García Ramírez, el resultado del operativo implementado en coordinación con otras dependencias para estos dos días fue de saldo blanco, sin ningún incidente de gravedad.
Menciona que durante el día primero se tuvo una afluencia de unos tres mil 500 visitantes, mientras que para el día 2 de noviembre, de las 10:00 a las 13:00 horas, consideradas las horas "pico", llegaban a ingresar más de dos mil personas por hora.