Durango: su cielo y su gente

En plena Sierra Madre Occidental, se encuentra el ejido San Jerónimo, del municipio de Pueblo Nuevo, Durango, a 140 kilómetros de la ciudad capital, por la carretera libre o la autopista Durango-Mazatlán.

Un lugar muy pintoresco, rodeado de cerros, pinos y agua pero, además, de gente muy valiosa y trabajadora que se dedica a cuidar el bosque y su aprovechamiento de una manera ordenada y sustentable, pues cuentan con una industria de aserradero que emplea a gran parte de la comunidad, tanto a hombres como mujeres que trabajan desde el monte, hasta este lugar donde procesan la madera.

En las cocinas de las casas de las familias de San Jerónimo el olor a los alimentos es muy atractivo. Las mujeres preparan ricos platillos; entre ellos utilizan la flor del maguey llamada “ballusa”, la cual se guisa con cebolla, chile y tomate para gorditas de huevo y queso, entre otra variedad de comida que pueden hacer con esta flor que solo la pueden encontrar en la Sierra de Durango.

Para darse una idea de cómo llegar a este ejido, hay que llegar hasta Las Adjuntas y de ahí toman la carretera libre y a solo 10 kilómetros encontrarán este bonito lugar con un paisaje hermoso que caracteriza a San Jerónimo.

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