¿Qué pasa en la Casa del Estudiante Duranguense?
Emitir juicios sobre un problema a distancia sería irresponsable, es por ello es que le comparto a usted tres versiones sobre la polémica que se ha desatado en últimos días sobre la Casa del Estudiante Duranguense, en la Ciudad de México, fundada en 1952.
Los primeros en comunicarse con un servidor fueron los estudiantes de dicho lugar, para comentar sobre los problemas que han tenido con el representante del Gobierno del Estado de Durango en el Distrito Federal, Ricardo Navarrete Reyes, a quien tacharon de prepotente y autoritario.
Los estudiantes aseguran que el lugar está en deplorables condiciones, pues no cuentan con el dinero suficiente para remodelarlo. El Gobierno del Estado, cuentan, los apoya sólo con la renta, y es por ello que les extraña la actitud del servidor público, quien de un día para otro ha intentado en inmiscuirse en la toma de decisiones de la Casa donde habitan actualmente 25 personas.
Los jóvenes se muestran preocupados, pues consideran que si hay necesidad de realizar cambios se deben de hacer tomando en cuenta el esfuerzo que los integrantes realizan para mantener en funcionamiento dichas instalaciones. "Tomar autoridad no debe de dejar de lado la responsabilidad para ayudar a los estudiantes; no es solamente decidir tajantemente sobre lo que se hace o no, sino involucrarse en necesidades, desperfectos y mejoras, conocer sobre el espacio y colaborar", aseguran tajantes.
Después, se comunicó conmigo el mismo Ricardo Navarrete Reyes, quien asegura que los señalamientos de los estudiantes son infundados, pues el único objetivo es analizar la conveniencia de renovar el reglamento interno de dicha casa por el bien de los jóvenes y sus familias.
El funcionario asegura que el Gobierno del Estado de Durango apoya en gastos de carácter ordinario a la casa y que inició una rehabilitación del inmueble para mejorar instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, pisos, barandales, cristales, madera, impermeabilización y pintura.
"El debate no radica en decidir quién es el que definirá quien entra, y quien no a la casa, el debate es impulsar la transparencia en los procesos de admisión y convivencia de quienes viven en este inmueble, que es responsabilidad del Gobierno del Estado de Durango", dijo.
Y una tercera opinión -muy válida creo yo- es la de un exhabitante de dicha Casa, como lo es el Doctor Hiram Medrano-Roldán, quien al enterarse de la problemática me llamó para externar su preocupación por la afectación que podría representar que jóvenes duranguenses de escasos recursos no contaran con un lugar donde vivir para realizar sus estudios de educación superior en el DF.
Durante su estancia (1962-1966) él fue Secretario de Higiene en la casa, encargándose de avalar la limpieza, higiene en dormitorios y áreas de estudio, así como del comportamiento de los estudiantes, especialmente en los fines de semana.
En aquellos tiempos, los alimentos eran proporcionados por el Gobierno del DF y la renta la pagaba el Gobierno del Estado de Durango; los estudiantes aportaban cuotas simbólicas para pagar teléfono, luz y personal de la cocina.
"Por esa casa han pasado infinidad de egresados que se encuentran laborando en diferentes lugares del país, excelentes profesionistas al servicio de México. Así pues, ojalá y nuestro Gobernador, Jorge Herrera Caldera, investigue a fondo lo que ahí sucede para evitar que haya afectaciones para nuestra querida Casa del Estudiante Duranguense".
Así pues, ahí están tres versiones sobre el mismo caso. Dependerá a las autoridades correspondientes indagar y solucionar el conflicto en beneficio de los estudiantes que habitan esa morada que lleva más de seis décadas albergando a jóvenes duranguenses con deseos de superarse... ¿o usted qué opina?
Twitter: @jperezarellano