
Un millón de metros
¿A cuánto equivale un millón de metros cuadrados? Fácil: dibuje un cuadrado de un kilómetro por lado y ahí tiene la superficie lograda por la administración municipal.
Otro ejemplo sería la pavimentación completa de una calle que mida 100 kilómetros de largo y 10 de ancho; a eso también equivale un millón de metros cuadrados de pavimento.
El alcalde Esteban Villegas manejó, a lo largo de la última semana, ese logro comoe el elemento principal de su discurso. En el argumento oficial la cifra alcanzada no es para menos, pues la superficie lograda por su administración representa ya un récord para cualquier ayuntamiento de la historia reciente, si se considera el tiempo en que se completaron esos trabajos.
Pero esa agenda gubernamental parece haber resultado contraproducente: la presunción del millón de metros cuadrados despertó una gran cantidad de señalamientos en los que se muestra la otra cara, la de lo no pavimentado, la de lo más deteriorado.
Conforme avanzaba la presencia en medios y redes sociales de la noticia del millón, aparecían quejas y más quejas sobre las condiciones de algunas calles en prácticamente todos los rumbos de la ciudad, a las que no se ha llegado con los programas gubernamentales de pavimentación.
Son dos los problemas planteados: uno, los cuestionamientos al programa Mejores Calles, establecido como uno de los emblemas de la actual administración en materia de obra pública. El otro: el corto alcance de dicho esquema para llegar a colonias y fraccionamientos.
En primera instancia, el logro del millón de metros cuadrados se da en el momento en el que el pavimento alcanzó su clímax anual de daños. Amén de las obras realizadas, el resto de la ciudad pasa por un momento crítico en cuanto a malas condiciones se refiere.
Un millón de metros cuadrados suena a mucha superficie, ¿cómo es que no alcanzó para pavimentar esa cuadra por la que yo circulo? Es un razonamiento lógico cuando no se es especialista de la obra pública, o de las matemáticas. Y la gran mayoría de los ciudadanos no lo son.
El otro problema va más allá de lo mediático: el principal programa de pavimentación comunitaria no está dotando de recursos suficientes para acercar las obras a los que más las requieren.
El programa Hábitat, antes perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Social y ahora parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, cambió las reglas del juego. Antes, por cada millón de pesos que se entregaban a los Ayuntamientos, estos podían usar el 85 por ciento en pavimentación de calles.
Así es como se logró el concreto hidráulico de cientos de vialidades ubicadas en colonias de alta marginación; era relativamente sencillo para las autoridades locales lograra una mezcla de recursos suficientes que permitiera cambiar los microentornos.
Ahora, se establece que del 80 al 95 por ciento (dependiendo de las condiciones específicas que prevalecen en las zonas a atender) será destinado al mejoramiento de vivienda. Es decir, los 850 mil pesos para pavimento que antes había, se convirtieron en 150 mil, a lo mucho.
Las obras de pavimentación, pues, por más que se concreten en avenidas y bulevares -como se está haciendo en esta administración- este año se encuentran muy lejos del entorno inmediato de las personas. Por eso no se aprecia lo que se está haciendo.
Mejores Calles, pues, podrá tener el éxito que sea, pero no alcanzará el impacto generalizado que se pretende.
Algo deberá hacerse, pues de lo contrario la importancia del millón de metros seguirá rebasada por el malestar que genera el resto de la superficie desatendida.
Twitter: @luizork