Tales enunciados fueron las directrices del VIII Simposium Mundial de Criminología y Criminalística y del XVI Congreso Nacional de Criminología, celebrados en la progresista ciudad de León, Gto., los días 11, 12 y 13 del presente mes de marzo de 2015, a los que tuve el honor de asistir, como uno de los invitados especiales.
Salí de Durango por la noche del día 10 en el jet de la pradera (vulgo autobús), con el Jesús en la boca como diría mi madre, toda vez que los asaltos en el tramo de Zacatecas han reaparecido, lo que me hace recordar lo que escribió Juan de Dios Pesa de los atracos a las diligencias cuando los asaltantes al grito de azorrillense dejaban a los pasajeros en cueros, consistiendo el azorrillamiento en colocarse boca abajo en tierra mientras los bandidos se despachaban con la cuchara grande. Afortunadamente llegué a León y regresé sin azorrillamientos.
Los eventos fueron de gran calidad y tal como en otros anteriores se vieron sumamente concurridos, sobresaliendo la participación alegre y cantarina de la juventud.
Los organizadores que fueron Rocío Naveja Oliva, inteligente Rectora de la Universidad Humani Mundial y Tomás Vega Marín, activo Presidente de la Sociedad Mexicana de Criminología, apoyados valiosamente por quien es el Presidente Honorario de la Sociedad y todo un personaje emblemático en la criminología nacional y mundial el cordial durangueño Luis Rodríguez Manzanera, estimaron la asistencia de más de veinte universidades del país, en más de mil doscientos participantes y en más diecisiete especialistas extranjeros de alto calibre.
El argentino Eugenio Raúl Zaffaronni, en su intervención consideró a México su segunda patria. Estimó que la violencia en América Latina es horrorosa, que todos los genocidios son una lucha por el poder, que lo que produce la violencia es la pobreza sin esperanza, que los asesinatos son un genocidio por goteo, que los medios fabrican una realidad distinta a la verdadera realidad, fabricación infamante, distorsionadora y perversa; que sufrimos un colonialismo financiero trasnacional y se pronuncia por la legalización del tóxico problema que es la cocaína. Viste traje azul marino, corbata del mismo color, camisa azul cielo y tenis negros Nike, lo que le da el toque de genialidad.
Sergio García Ramírez, uno de los juristas mexicanos más reconocidos en el país y en el extranjero, al hablar sobre "La protección internacional de Derechos Humanos" basado en su experiencia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, expresó su deseo de que para bien de la Corte Zaffaronni, fuera el presidente de la Corte, reconoce la valía de Hilda Marchiori, celebra los cuarenta años de existencia de la Sociedad Mexicana de Criminología, afirma que los derechos humanos se resumen en el derecho al desarrollo personal, a la protección de cada uno para vivir, que los derechos humanos son un tema de nuestro tiempo, que debemos acostumbrarnos a la nueva normativa de los derechos humanos, que es la hora de los tribunales internacionales, que los tribunales nacionales y los tribunales internacionales ya no se ven de soslayo, sino que se han sentado a trabajar y dialogar.
El español Luis Arroyo Zapatero, en su tema "Pena de muerte y la violencia criminal" se pronunció terminantemente en contra de la pena de muerte, hizo un recorrido estremecedor por las ejecuciones de la Santa Inquisición hasta las barbaridades del Estado Islámico y se pronunció por hacer una alianza por la vida. Dijo que es la hora en México de los criminólogos y que hace falta una reacción jurídica y moral.
La argentina Hilda Marchiori, a la que mucho debe México, al bordar sobre "Víctimas del delito: sus Derechos a la Asistencia y protección" reivindicó el derecho de las víctimas, que siguen sufriendo un trato peyorativo por parte de las autoridades. Tenemos que respetar a las víctimas, muchísimo más, dijo. Las víctimas tienen derecho a la recuperación. La impunidad nos hará más vulnerables. Los protocolos son una guía pero también una limitación. Tenemos que trabajar por un mundo de respeto, sin violencia, concluyó.
Jorge Melguizo, de Medellín, Colombia, al preguntarse ¿Y qué diablos hacemos con esta inseguridad? preguntas y respuestas desde Medellín, Colombia." Es un ponente que sabe atraer la atención, pues actúa su exposición; dice con agudeza que él se siente inseguro cuando en una ciudad ve muchos policías y cámaras de seguridad y que en cambio se siente seguro cuando no observa policías y cámaras. Considera que la solución es que la juventud sepa que tiene oportunidades, que la corrupción es el mayor mal de Latinoamérica, que en Colombia las autodefensas fueron peor que la enfermedad, que hay que escuchar a la juventud , de cuyos medios de expresión es el rap y el Hip Hop. Hizo un recorrido por los países de Latinoamérica en los que el crimen sienta sus reales como Brasil, Colombia, Honduras y desde luego México. Planteó la necesidad de instalar espacios libres y centros culturales en las colonias más conflictivas.
Como siempre la Dra. Luz María Lima Malvido, presidenta de la Sociedad Mexicana de Victimología, sentó cátedra en su exposición "Justicia trasnacional y las comisiones de la verdad."
La conferencia magistral del Dr. Luis Rodríguez Manzanera, cerró el ciclo de estos días de aprendizaje intenso y de actualización valiosa. Con memoria sorprendente hizo un recorrido desde la fundación de la Sociedad Mexicana de Criminología hace ya cuarenta años, por todos y cada uno de los XVI Congresos de la Sociedad y anunció que el próximo año de 2016, el Congreso XVII, se celebrará en junio en la feraz Chiapas en donde duermen la Reina Roja y el Rey Pakal.
Este ha sido uno de mis mejores congresos, pues haciendo a un lado la modestia en contra de mi costumbre, fui uno de los invitados especiales, presidí la mesa de ponencias libres de criminología, que es siempre la que mayor número de ponencias recibe y además acompañé en el estrado al Dr. Sergio García Ramírez y a Jorge Melguizo, en el momento de sus sendas y brillantes exposiciones, todo gracias a las gentilezas de Rocío Naveja Oliva y del paisano Luis Rodríguez Manzanera. Por cierto que Rocío Naveja, supo estar a la altura de los esfuerzos que ameritaba la organización de estos magnos eventos.
Como siempre en mis andanzas académicas, me acompañó una lectura. Esta vez fue Figuraciones mías, del autor español Fernando Savater, libro en el que con su autoridad ética y filosófica, asienta que es un gozo leer y un riesgo pensar.
Por cierto un abrazo solidario para Savater, con motivo de la lamentable pérdida de su estimada esposa.