Vigente, tradición en la Sierrita de Gamón

Persiste con el paso del tiempo la tradición de visitar la Sierrita de Gamón dentro del municipio victorense y límites del peñonense. Son miles los visitantes que acuden fielmente en busca de presenciar la aparición de la "Morenita" del Tepeyac.

Anualmente y a partir de 1809 la grey católica rinde homenaje a la Virgen de Guadalupe aparecida en uno de los lugares más escabrosos de la Sierra de Gamón, el cañón La Virgen, mejor conocido como La Sierrita, que se ubica en este municipio de Guadalupe Victoria, en Santa Catalina de Siena.

Es el día 12 de mayo, según la tradición, cuando la virgen tiene su aparición en el cielo, para los fieles católicos creyentes quienes acuden año tras año para contemplar su imagen para lo cual deben recorrer poco más de un kilómetro de empinada cuesta llama "de la araña" y que suben producto de su fe.

A las 12:00 del día, el padre Raymundo Santillán Villa ofició la santa misa para todos los miles de asistentes; este año el número de visitantes fue más grande que el año pasado, "son más las necesidades que hay cada año. Por eso acudimos con la esperanza de que nos vaya mejor", dijo Lupe Jiménez, asidua asistente a dicho lugar. Otros acuden a pagar las llamadas "mandas" por algún bien recibido.

La actividad comienza desde el día 9 de mayo donde personas apoyan en la organización de la celebración a la Virgen en aquel apartado lugar, por lo que con tiempo acarrean lo necesario, por el único medio de transporte que puede llegar: los burros, que se contratan a fin de cargar con alimento, bebida y cobijas para pernoctar.

El personal de auxilio para algún percance como Protección Civil del Municipio está atento los días 11 y 12, mientras que si es época de campañas electorales, los partidos políticos hacen presencia obsequiando a los fieles, en algunos paraderos, agua fresca para los caminantes.

La festividad concluye con el disparo de armas de fuego por parte de los fieles, tradición que así fue marcada desde un principio de esta, a manera de demostrar su fervor.

Esta tradición católica surgió hace mas de 200 años en el Cañón de Las Flores, adonde un leñador acudía frecuentemente ahí, donde todavía era parte del municipio de Peñón Blanco. Era el tiempo donde se acercaba la independencia del país, tiempos difíciles. Así el 12 de mayo de 1808, al mediodía, a Francisco Luna, el leñador, se le terminó el agua y bajó al cañón, siendo su sorpresa al ver reflejada en el río la imagen de la Virgen. Sorprendido, subió su mirada y sobre el reliz también la volvió a ver.

El leñador comentó lo visto a uno de sus compañeros, Jesús Violante, aparición que se transmitió de boca en boca; al año siguiente un grupo de fieles acudió puntualmente en día y hora para comprobarlo y desde entonces hasta hoy día familias completas acuden tradicionalmente no solo del municipio de Guadalupe Victoria y aledaños, sino lejanos y provenientes de otros de la república.

Muchos son los testimonios de milagros realizados por lo que en muestra de agradecimiento, o bien de petición, es el motivo de la visita. Otros con el fin meramente económico, ya que la venta de alimentos y algunos recuerdos son ofrecidos con bastante éxito.

Sin importar el cansancio y de un tiempo acá, el inclemente sol que si el caminante no se prepara con los enseres propios del extenuante camino puede sufrir una insolación, pues es grande el recorrido y el subir y bajar cerros donde piedras, espinas y animales propios del terreno aparecen. Ni edad ni condición física o económica impiden que ese día se reúnan en un mismo lugar.