
Carla Morrison y su 'Amor supremo'
Un amor total, desde “todos los ángulos”, desde todas las miradas y, sobre todo, “muy intenso”, es lo que la mexicana Carla Morrison retrató en ‘Amor supremo’, un álbum con el que dio un sorprendente golpe de timón a su carrera y que le llevó a actuar en el prestigioso festival Coachella (EU).
“El amor es lo que nos despierta todos los días, lo que hace que viajemos, trabajemos o busquemos un sueño. El amor es como la razón de existir y es importante no estar dormidos y ser conscientes de lo intenso que eso es en nuestra vida”, explicó la artista tras un breve concierto celebrado esta semana en Los Ángeles.
BUENA MÚSICA
La vida le sonríe a Carla Morrison (Tecate, 1986). El disco ‘Amor supremo’ cautivó por su ambición, hasta lograr convencer a los más escépticos, y la confirmó entre la vanguardia de las artistas mexicanas junto a nombres de postín como Julieta Venegas o Natalia Lafourcade.
Más complejo en cuanto a las letras y dejando de lado la guitarra para abrazar sonidos electrónicos y cercanos al dream-pop, “Amor Supremo” le llevó al festival californiano Coachella, donde actuó en dos ocasiones, el 15 y el 22 de abril, antes de dirigirse al evento Vive Latino de Ciudad México, donde se presentará hoy.
“Fue súper bonito. No imaginé que mi música fuera a llegar a Coachella, un lugar que no solo como música, sino como persona, siempre había querido ir pero no había dinero”, dijo Morrison, quien compartió cartel con artistas como Calvin Harris, LCD Soundsystem o los reformados Guns N’ Roses.
Cuestionada acerca de la escasa presencia de artistas latinos en festivales del perfil alternativo del Coachella, Morrison apuntó que a veces son los propios músicos hispanos los que crean “las barreras” en lugar de apoyar y defender sus propuestas.
“Por lo general estamos volteando al primer mundo donde, ¡ah!, ahí sí hay buena música”, comentó con ironía.