
Crónicas de un pueblo maderero
La ciudad de El Salto asumió la cabecera de Pueblo Nuevo por un mero accidente, fue gracias a una emboscada que se registró en la comunidad de Pueblo Nuevo donde atentaron contra el entonces alcalde pero en el lugar falleció un regidor lo que provocó que se trasladaran los poderes municipales a lo que se le conocía como el campamento maderero de El Salto.
Esto sucedió en el año de 1928 cuando se registró la emboscada en Pueblo Nuevo y en diciembre de ese mismo año se trasladan los poderes al campamento maderero y a pesar de que legalmente solo fue por un tiempo, la Presidencia Municipal y el Ayuntamiento ya no volvieron a salir, ahí se quedaron.
De acuerdo a Maximiliano Astorga, cronista de Pueblo Nuevo, los poderes estuvieron funcionando de forma ilegal casi dos años porque no fue sino hasta el año de 1931 cuando el Congreso del Estado acepta trasladar oficialmente los poderes de la comunidad de Pueblo Nuevo a El Salto.
Este campamento minero estaba creciendo poco a poco pues tenía el ferrocarril, pero se estaba trabajando en su ampliación y su ruta hasta Mazatlán, incluso se realizaron seis túneles desde el Mil 10 hasta Mexiquillo, por donde se supone pasaría la ruta, pero en el año de 1957 se cancela el proyecto y se cambia por el de las Barrancas del Cobre en Chihuahua y así el ferrocarril se quedó hasta la ciudad de El Salto.
Estos datos y mucho más sobre esta importante ciudad serrana se pueden encontrar en el libro "El Salto, crónica de un pueblo maderero" que escribió y presentó el pasado miércoles el cronista Maximiliano Astorga.