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Gabriel Ripstein, en las grietas del mundo

Gabriel Ripstein, en las grietas del mundo

Gabriel Ripstein, en las grietas del mundo

MARA GÜERECA

‘600 millas’ es el título de la ópera prima de un rebelde. Un hombre terco y afortunado que encontró su lugar detrás de las cámaras; que posee cierta fascinación en las grietas que el ser humano intenta llenar desesperadamente. Es el trabajo de Gabriel Ripstein, integrante de la mafia familiar de la que no pudo escapar: el Séptimo Arte.

“Mi abuelo –Arturo- lo decía, el cine es como una mafia: una vez que entras, no sales. Sin duda es lo que más feliz me hace en la vida”, dijo el realizador a las afueras de un café en el centro de Durango, después de presentar su cinta debut hace algunas semanas.

EL CINEASTA SINCERO

‘600 millas’ se desarrolla dentro del fallido operativo ‘Rápido y furioso’ que en 2009 la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) inició para disminuir el tráfico de armas hacia México. Ripstein no presenta una solución, solo expone una atroz realidad a través de un filme honesto y sin acción, valiéndose de Arnulfo (Kristyan Ferrer)y Hank (Tim Roth), el primero un novato en el tráfico de armas y el otro, un veterano agente de la ATF y que terminan en un viaje de 600 millas tratando de salvar sus vidas.

HUMANOS IMPERFECTOS

Más allá del tráfico de armas, la película se centra en las relaciones humanas donde dos personajes terminan secuestrándose en una camioneta. Pareciera una metáfora, pues Ripstein cree que vive secuestrado, víctima de miedos, obsesiones e inseguridades y cree que el “peor enemigo es uno mismo” pues“nadie sabe mejor qué hilos jalar para darse en la madre”. Es esta introspección lo guía a la imperfección humana, a las grietas sociales y la fe, temas que analiza para su siguiente proyecto.

“Somos imperfectos, estamos llenos de fisuras, de huecos, de heridas o como lo quieras llamar y tenemos necesidad de llenarlas. Hay gente que las llena con yoga, drogas, sexo, psicoanálisis o religión porque hay una enorme necesidad de sanarnos. Nos da pánico la incertidumbre y he ahí la fe, la píldora que uno se toma para no morir de ansiedad, dolor o del miedo al más allá; hay que inventar un montón de historias, personajes míticos y lugares cinematográficos, el cielo y el infierno son muy buenos cuentos y hay muy buenos cuentistas. Somos seres que necesitamos ese cuento”, comentó.

“Me tiene absorto esta necesidad humana de llenar huecos porque me parece que si uno habla de manera honesta e inteligente de esta necesidad de seguridad, de que hay algo más allá, estás hablando de la condición humana y son grandes temas. En particular me tiene interesado la fe, la religión como una especie de terapia o droga para lidiar con lo duro de la vida, estoy escribiendo de eso y es el siguiente tema que quiero explorar, la necesidad brutal de creer en algo”, agregó.

EL CAOS, SU ALIADO

En esa misma línea, las dudas que surgen en sus proyectos le son necesarias para conseguir buenos resultados.

“Quizá hay gente que tiene una contundencia absoluta pero es parte del proceso creativo, tienes que cuestionar, tener dudas, inseguridades, es un proceso caótico. Desde que he producido, he aprendido que en un rodaje donde te va perfecto hay que ser sospechosos porque quizá la película no va a ser buena. No digo que para que sea buena necesitas caos pero para mí el caos es bienvenido muchas veces”, detalló Ripstein, el agradecido.

“Agradezco mi fortuna sin duda, esta pregunta del peso del apellido al revés es la fortuna del apellido, que mi abuelo y mi papá se dedicaran al cine y que yo haya estado expuesto a eso, lo agradezco muchísimo, es una fortuna porque hacer cine es lo mejor, es la vida. Tuve la fortuna de poder hacer esta película y que tuviera un recorrido, que haya viajado, que haya sido reconocida con muchos premios, es muy afortunado, yo creo que la suerte es un factor en estas cosas, la tenacidad, el trabajo, la terquedad, toda esa mezcla de cosillas que afortunadamente en mi caso se dieron entonces todos los días agradezco mi fortuna”, culminó.

Escrito en: gabriel ripstein . necesidad, fortuna, tráfico, grietas

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