¿Qué es la caspa?
La caspa es la presencia de escama blanquecina en la piel cabelluda. Se produce por un incremento en la producción de grasa y el aumento en la cantidad de un hongo que todos tenemos pero que ante ciertos factores emocionales y hormonales provocan irritación que se manifiesta con comezón, irritación, enrojecimiento y escama.
Se trata de un padecimiento extremadamente frecuente, que en general afecta a hombres jóvenes, sin embargo puede estar presente a cualquier edad desde lactantes hasta adultos mayores.
El uso de gorras aumenta la sudoración y el exceso de grasa en esa zona, el abuso de geles para el peinado y en el caso de las mujeres, que se recogen el cabello húmedo, favorece la aparición y permanencia del hongo productor de la caspa. En adultos mayores este padecimiento ocurre por malos hábitos de limpieza del cabello. En los bebés, aunque poco frecuente, llegan a presentarla y se le conoce como Costra de leche.
El sitio que se afecta con más frecuencia es la cabeza, pero también puede presentarse en las cejas, zona T de la cara, en el pecho, axilas e ingles, a esta entidad se le conoce como dermatitis seborreica.
En general se recomienda acudir al médico en aquellos casos en que haya comezón o irritación moderada, o bien, cuando se interfiere en el bienestar del paciente por ser un problema persistente, ya que puede evolucionar a formas más graves, las cuales requieren de la administración de medicamentos vía oral para controlar la enfermedad aunque no implica que ponga en riesgo la vida del paciente.
La caspa puede ser una manifestación cutánea no sólo de un padecimiento cosmético, sino de otros problemas de salud como Diabetes, SIDA o Inmunodeficiencias. Además, cursa periodos de irritación o agravamiento al mismo tiempo de atenuaciones momentáneas por lo que es importante acudir con un médico especialista sin dejarlo pasar. Ya que se trata de un problema crónico y persistente, pero si se trata de manera adecuada y se indica algún medicamento para mantenimiento y prevención, el paciente puede tener un estilo de vida prácticamente normal.
Dentro de los mitos más comunes de la caspa es que se asume como una infección y que por lo tanto es contagiosa y se puede transmitir por contacto directo de una persona a otra o por medio de peines u otros artículos personales, lo cual no sucede.
Como ocurre con cualquier afectación de la piel, el peor error que comenten los pacientes es el no recibir atención médica con el especialista de la piel e intentar remedios caseros lo cual puede empeorar el cuadro, provocar mayor irritación y complicaciones severas.
Recuerda que una manera de prevenir la caspa es el aseo diario del cabello, sin embargo, al primer síntoma de caspa acude con tu dermatólogo!
Facebook: Dra Dalia Rodriguez