
Constructores del Paso Express, mismos de la ‘Súper’
La obra del Paso Express de Cuernavaca que ayer causó la muerte de dos personas al registrarse un hundimiento a sólo tres meses de su inauguración, tiene algo en común con la supercarretera Durango-Mazatlán.
Los dueños del consorcio Aldesem-Epccor, encargados de la construcción del Paso Express, son los hermanos Juan Diego, José Miguel e Ignacio Gutiérrez Sáenz hijos de Juan Diego Gutiérrez Cortina, fundador de Gutsa Infraestructura, empresa que tiene desde hace tiempo obras con el Gobierno federal.
Gutsa fue inhabilitada en 2011 por la Secretaría de la Función Pública por incumplimiento en la construcción de la Estela de Luz.
De acuerdo a Imagen Televisión, Epccor forma parte del grupo español Sacyr Construcciones, cuyo consejo de administración está incorporado por Enrique Alonso Zuñiga, Pablo Manuel Gutiérrez Ramírez y Juan Diego Gutiérrez Sáenz.
Mientras tanto Aldesem cuenta con una matriz en México, agremiada del grupo Aldesa, que lleva ocho años operando en este país, su director general es Agustín Tejedor. Esta empresa fue la encargada de construir siete puentes y 11 túneles entre el kilómetro 127 y el 147 de la autopista a Mazatlán, cuyos trabajos fueron vistos durante un recorrido realizado por El Siglo de Durango durante el mes de agosto del año 2012.
Enrique del Castillo, entonces superintendente de Supervisión de Aldesa, explicó que hubo meses en los que se implementaron hasta tres turnos con 400 obreros para completar las obras.
Entre las obras a su cargo está el Túnel Emisor 2, en el Estado de México, la supercarretera Durango-Mazatlán y la planta automotriz Audi en Puebla, así como el contrato de construcción de la Torre de Control del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
La ‘Súper’ fue inaugurada en octubre de 2013 por el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, después 11 años de haber iniciado su construcción, la cual tuvo una inversión de 28 mil 600 millones de pesos, pero para diciembre del 2015 ya se apreciaban desperfectos en puentes y túneles que están del kilómetro 140 al 156.
Declaraciones del Centro Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Durango, precisaron que las reparaciones de dichos desperfectos fueron realizadas por las empresas Omega y Aldesa con capital propio, como parte de la garantía de la obra.
Los múltiples desperfectos apreciados desde meses después de su inauguración, cuestionaron la calidad de la supercarretera.
Tiene una longitud total de 230 kilómetros y es considerada por la SCT como la obra pública más grande de la historia de las carreteras en México.
Actualmente esta vía ha causado polémica en la entidad debido al alza del 3.9% que anunció Caminos y Puentes Federales (Capufe) este mes en el costo del peaje de sus casetas.
Cabe señalar que entre octubre del año 2013 y diciembre del año 2016 se contabilizaron 82 accidentes en la supercarretera, en los que murieron 27 personas. Con 84 personas lesionadas y daños valuados en 7.4 millones de pesos, la peligrosidad que le adjudicó la SCT fue de 0.9705.