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Marcos Cruz, con los días contados

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Marcos Cruz, con los días contados

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IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

A Marcos Cruz Martínez se le complica disciplinarse. Ha estado tanto tiempo detrás de los reflectores, que apenas vuelve a ser factor de noticia y se le olvida muy pronto su función y su rol en la nueva realidad política que vive, en la que ya no es el jerarca de un grupo o partido político, sino un colaborador más del Gobierno del Estado, y nada más.

Desde que ingresó al cargo como titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado (Sedesoe), el 15 de septiembre del año pasado, el ex Alcalde de Durango por el Partido del Trabajo (1995-1998) quiso poner e imponer en algunos casos sus condiciones, y se le cumplieron algunas de cierta forma, aunque no como hubiera querido.

Al menos logró que su segundo a bordo fuera su amigo y eterno aliado, Arturo López Bueno, lo cual ya es mucho decir, porque a otros de sus compañeros funcionarios se les ha hecho un poco más difícil asumir el liderazgo en sus respectivas áreas ante la presencia de gente que proviene de grupos y compromisos políticos tan diversos.

Quizá por ello Marcos batalla para acostumbrarse. Y es que, estuvo acostumbrado a ser máximo jefe en los tiempos del Comité de Defensa Popular (CDP), luego en el PT en los tiempos de la abundancia, cuando podían retener seis años la Presidencia Municipal de Durango, ganar diputaciones locales y colarse a diputaciones federales e incluso senadurías.

Cruz Martínez ha decidido "hacerse sentir" dentro del Gobierno Estatal y en tan pocos meses ha tenido fuertes discusiones al seno de las reuniones de gabinete con algunos de sus pares, siendo una confrontación más recurrente la que pretende impulsar el ahora perredista con el Secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones.

Lo más reciente donde Alanís debió salir públicamente a poner el correctivo, es por la estrategia de Cruz y López Bueno al querer pedir mediáticamente a sus superiores la separación de un funcionario que Marcos tiene en la propia Sedesoe: Jesús Diez, quien fue nombrado Director de Desarrollo Social del Estado por el gobernador José Aispuro Torres.

Claro que Marcos no es novato. Claro que sabía los riesgos de ventilar un asunto así, cuando debió tratarlo al interior del gobierno y no ante la prensa, pues al hacerlo público sonó más a lanzar un desafío hacia sus jefes, que a una verdadera intención de ayudar a resolver lo que podría ser un problema grave: perder de nuevo el apoyo de la Congregación Mariana Trinitaria para Durango.

Por eso resultó por demás lógico el correctivo público que le dio el Secretario de Gobierno, pues en caso que Marcos tuviera razón sobre la responsabilidad de Jesús Diez en el pasado episodio con Mariana Trinitaria en el sexenio de Ismael Hernández Deras, la lógica política básica sería que no hagas una rueda de prensa para acusar el hecho.

El propio Gobernador Aispuro Torres debió hacer una pausa en su agenda temática ante la prensa para hacer una aclaración firme y contundente: no existe riesgo de que se vaya de nuevo la Mariana Trinitaria de Durango.

Otro frente que decidió abrir Cruz Martínez desde un inicio es con la Contralora del Estado, Rosario Castro Lozano, a quien por todas las vías le ejerce presión para que sea contundente la panista en su lucha contra las supuestas anomalías financieras que cometió la pasada administración.

Para ello, Cruz ha enviado el fuego de manera directa y también de forma indirecta, como sucedió al lanzar críticas a la ex Alcaldesa de Lerdo, pero a través de su hermano, Juan Cruz Martínez, y con la estafeta que éste administra como dirigente municipal del PRD en la capital del estado.

El titular de Sedesoe cuenta con otras vías de presión y choque que juegan a su favor para hacerse sentir aún más, también alguna que otra pluma editorial cercana a la familia, y en ocasiones se suman legiones de perfiles de redes sociales que a veces son muy evidentes pues en sincronía asumen y despliegan en Twitter las aparentes fobias del funcionario.

Lo de menos en este momento sería recordar la nula intención que tiene Cruz para desgastarse con los líderes y las organizaciones sociales, a quienes prefiere acusar, denostar e ignorar antes de buscar cualquier posible acercamiento para negociar o, al menos, para hacer política.

Lo cierto es que cada vez son más los frentes que va dejando abiertos el experimentado político que ideó la fundación del Partido del Trabajo, de quien ya se empieza a hablar sobre la posibilidad de que tenga los días contados al frente de la política social del Gobierno Estatal. ¿Será? El tiempo lo dirá.

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Escrito en: ComuniK2 Cruz, Marcos, debió, Gobierno

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