Movieland: Fobia

1990 fue uno de los mejores años en la historia del rock mexicano. Caifanes no solo consolidaría su posición como uno de los más destacados exponentes del género sino que entregaría el que en mi opinión es su mejor disco: ‘El Diablito’, también conocido técnicamente como ‘Volumen 2’.

En el inconsciente colectivo la banda, que tomó su nombre de la cinta de Juan Ibáñez de 1967, estará por siempre ligada a ‘La Célula Que Explota’ ingeniosa y sentida canción que colocó en segundo plano estupendas composiciones del mismo álbum como ‘Antes que nos olviden’, ‘La vida no es eterna’, ‘Sombras en tiempos perdidos’, ‘Aquí no pasa nada’, ‘Los dioses ocultos’ y ‘Amárrate a una escoba y vuela lejos’.

Oscar López, alias el ‘Cachorro’, como productor logró amalgamar los talentos de los integrantes del grupo: Saúl Hernández, Diego Herrera, Sabo Romo y Alfonso André y supo sumar a Alejandro Marcovich en la guitarra, quien no había participado en la grabación del primer disco de Caifanes, que también es otro clásico del rock mexicano con grandes canciones como ‘Mátenme porque me muero’, ‘Te estoy mirando’, ‘Será por eso’, ‘Cuéntame tu vida’ y ‘Nada’.

Pero 1990 también marcaría el inolvidable debut de Fobia. Su disco homónimo posee una frescura desconcertante: te engancha desde la primera canción y te lleva de manera vertiginosa por los diez cortes que lo integran.

A mí la única que no me gusta es la que los llevaría al estrellato: ‘El Microbito’.

No considero que se encuentre a la altura de las demás y al escuchar la versión en vivo que en 1997 realizarían de la misma para su gira y disco ‘Fobia on ice’ da la impresión que ellos también sintieron la necesidad de reinventarla y darle un giro para gozar interpretarla en concierto (https://www.youtube.com/watch?v=yATLVg PJ5G8).

Esta versión sí me parece genial y habla bien de una banda liderada por un músico creativo, obsesivo y perfeccionista: Paco Huidobro.

Oculto con modestia por el carisma del vocalista, Leonardo de Lozanne, Paco compuso grandes temas como ‘El diablo’, ‘Miel del escorpión’, ‘Regrésame a Júpiter’, ‘Hipnotízame’, ‘Veneno vil’, ‘Descontrol’, ‘Dos corazones’ y ‘Hoy tengo miedo’.

Celebro que Huidobro y Lozanne no se hayan embarcado en ese tan lucrativo como patético mal chiste llamado Moderatto que lleva ya muchos años rondando por ahí. No mordieron el anzuelo y eso los hace más grandes, más íntegros.

Este pasado lunes 17 de julio acudí al concierto que Fobia ofreció en Durango y les comento que me pareció excelente. De la alineación original solo nos visitaron Paco y Leonardo, en el bajo el tan discreto como solvente Federico Fong, al fondo del escenario Dario González con una participación sólida y en la batería Maciej Majewski es tan preciso que no se echa de menos a Jay de la Cueva quien canjeó el arte y su prestigio por un puñado de dólares.

Me sorprendió gratamente que a casi 30 años de ser lanzadas canciones como ‘Los muñecos’, ‘Pastel’ o ‘Dios bendiga a los gusanos’ sonaran tan frescas, tan actuales. El productor del álbum debut de Fobia fue también Oscar ‘el cachorro’ López. Solo él sabrá si era consciente o no de que les entregaría tanto a la banda de Huidobro como a la de Saúl Hernández “el mejor regalo que cualquier productor le puede dar a una banda: intemporalidad.

Nosotros le dimos las canciones brillantes y él las colocó en pequeñas cápsulas para que brillaran por siempre”, palabras de Peter Hook sobre el también productor Martin Hannet.

En realidad es secundario si López lo sabía, lo trascendente es que tuvo el talento, la sensibilidad y la inteligencia para lograrlo y compartirlo con todos, por siempre.